El olor es algo con lo que vivimos todos los días y que en muchas ocasiones puede resultar agradable y fresco y en otras puede enfermarnos. Los malos olores pueden provocar mareos, náuseas, vómito, trastornos pulmonares, infecciones de las vías respiratorias, falta de concentración, dolor de cabeza, mal humor y por lo tanto mucho estrés.
Hoy en día se sabe que existen unidades para medir la calidad del aire interior, es decir el olor. Estas medidas se las debemos al profesor Ole Fanger, de la Universidad Técnica de Dinamarca, quien definió el OLF como la polución que produce una persona normal, la cual lleva una vida sedentaria y que se baña diariamete. Por ejemplo, un fumador mide OLFs, una persona activa alcanza los 6 OLFs, un atleta puede medir hasta 30 OLFs. También las cosas despiden olores, por ejemplo, un escritorio con papeles y utencilios que se limpian todos los días, genera 2 OLFs, un librero despide 3 OLFs.
Tan importante es el olor, que en Estados Unidos ya le han dado nombre a una enfermedad que se produce por los olores que despiden ciertos materiales de construcción, a este padecimiento le llamam «síndrome del edificio enfermo».
Fuente: Marta Guzmán, Primero Noticias, Televisa.