Los investigadores encabezados por el Dr. John Bell, jefe científico de Jennerex y experto del Instituto de Investigación del Hospital de Ottawa, demostraron que una única inyección intravenosa de un virus genéticamente modificado puede controlar el cáncer, al eliminar las células tumorales en los pacientes sin dañar el tejido saludable.
Los científicos han tenido por décadas la idea de usar virus con la finalidad de alertar al sistema inmune para que busque y destruya células cancerosas. Ese interés tomó más impulso en los últimos años, a medida devque los avances en ingeniería genética les permitieron personalizar los virus que apuntan a los tumores.
Pero el único «virus oncolítico» aprobado hasta el momento por una agencia reguladora es para el tratamiento del cáncer de cabeza y cuello en China.
En el estudio, publicado en la revista Nature, los científicos de la Universidad de Ottawa y la compañía biotecnológica privada Jennerex Inc, dijeron que un ensayo pequeño y en etapa inicial de la terapia viral experimental JX-954 reveló que infectaba de manera consistente a los tumores con efectos colaterales mínimos y temporales.
El virus experimental será probado luego en ensayos de etapa intermedia sobre pacientes con cáncer hepático.
Con la quimioterapia se obtienen efectos colaterales drásticos, comenta el Dr. John Bell, jefe científico de Jennerex y experto del Instituto de Investigación del Hospital de Ottawa.
Los pacientes que reciben este tratamiento sólo tienen síntomas de gripe por 24 horas y nada más.
El ensayo incluyó a 23 pacientes con varios tipos de cáncer avanzado y se diseñó para evaluar la seguridad del JX-954. También halló que seis de los ocho pacientes que recibieron las dos dosis más altas vieron sus tumores estabilizarse o encogerse.
Siete pacientes presentaron evidencia de multiplicación viral en sus tumores, pero no en los tejidos normales.
El Dr. Bell señala que el próximo paso es un ensayo en Fase IIb de la terapia viral, sobre 120 pacientes con un cáncer de hígado denominado carcinoma hepatocelular.
El autor indica que ensayos previos sobre el JX-954 mostraron una actividad realmente fuerte sobre el cáncer hepático. Dado que algunos tipos de cáncer de hígado son causados por virus -como el de la hepatitis B- la teoría es que esas células tumorales son más susceptibles a un segundo virus.
JX-954 deriva de una cepa del virus alguna vez comúnmente usado para vacunar a los niños contra la viruela.
El autor señaló que dado que el virus puede aplicarse por vía endovenosa, y expandirse por el cuerpo, podría limitar la capacidad de las células cancerosas de diseminarse y dar metástasis a distancia.
Fuente: Reuters Health