El escritor y periodista Germán Dehesa murió de cáncer de hígado a los 66 años de edad.
En México el cáncer de hígado ocupa el décimo-quinto lugar como causa de mortalidad general y el décimo-tercero en personas mayores de 65 años de edad. Es cuatro veces más común en hombres que en mujeres.
Entre las causas más frecuentes de este tipo de cáncer figuran la cirrosis, la infección por virus de la hepatitis B y C, así como cualquier padecimiento que lleve a un trastorno hepático crónico como enfermedad alcohólica del hígado, la hemocromatosis, es decir una enfermedad en la cual existen niveles altos de hierro en la sangre, a ingesta a largo plazo de esteroides androgénicos y posiblemente la exposición a estrógenos en forma de anticonceptivos, entre otros factores.
Los síntomas iniciales del cáncer de hígado suelen pasar desapercibidos por la presencia de cirrosis. La manifestación clínica más común es dolor y la presencia de una masa en el cuadrante superior derecho del abdomen. La ascitis, es decir la acumulación de líquido en el abdomen, suele presentarse con sangre en un 20% de los casos.
El diagnóstico se realiza mediante ultrasonido, tomografía computarizada, resonancia magnética y angiografía hepática. En cerca del 80% de los casos, existe un incremento en la alfa-fetoproteína, que se produce en condiciones normales en el feto y cuyo nivel disminuye poco después del nacimiento. Para confirmar el diagnóstico se realiza una biopsia, es decir la extirpación de un fragmento de tejido, tomada de un área afectada.
El tratamiento es quirúrgico, la extirpación del tumor, cuando es posible, cuando no, se sugiere el trasplante de hígado. Algunos estudios han reportado resultados similares a la cirugía con la llamada ablación por radiofrecuencia en la cual con la ayuda de un método de imagen como ultrasonido o tomografia computarizada, se colora una aguja con un electrodo, se pasa una corriente de radiofrecuencia a través del electrodo para calentar el tumor que se encuentra cerca de la aguja y así eliminarlo.
Como medida preventiva del carcinoma hepatocelular hay que contar con la vacuna contra el virus de la hepatitis B y en caso de contraer esta infección o la hepatitis C, recibir tratamiento con interferón. Además es fundamental evitar el abuso en el consumo de bebidas alcohólicas.