La combinación de medicamentos que se recetan comúnmente a las personas mayores, para trastornos como enfermedad cardiovascular, depresión o alergias, pueden incrementar el riesgo de muerte y reducir las funciones cerebrales, revela un estudio a cargo del Dr. Chris Fox, de la Universidad de East Anglia, en Inglaterra. El resultado de los estudios se publico en la Revista de la Sociedad Americana de Geriatría (Journal of the American Geriatrics Society)
En el Reino Unido, la mitad de la población mayor de 65 años consume medicamentos recetados.
La investigación, llevada a cabo con más de 13.000 personas mayores de 65 años, encontró que el efecto de la combinación de los fármacos es más severo en los pacientes que toman múltiples dosis.
Los científicos investigaban un tipo de fármacos que afectan un compuesto químico en el cerebro, llamado acetilcolina, que es un neurotransmisor vital para comunicar mensajes de una neurona a otra, pero se había visto que muchos fármacos comunes pueden interferir con estas señales.
Los investigadores clasificaron a 80 fármacos según su actividad «anticolinérgica», y se les dio una puntuación de uno para un efecto leve, dos para moderado, y tres para severo.
Algunos de estos fármacos sólo se venden con receta pero otros son de venta libre.
Para cada uno de los 13.000 pacientes se combinaron las puntuaciones de todos los medicamentos que estaban tomando en ese momento.
Por ejemplo, un paciente que tomaba un fármaco con clasificación severa y dos leves, recibió cinco puntos.
Los profesionales de salud deben llevar a cabo revisiones regulares de los medicamentos que toman sus pacientes mayores, tanto recetados como de venta libre.
Tal como informan los investigadores, 20% de los pacientes con una puntuación de cuatro o más habían muerto.
La mortalidad entre los pacientes que no tomaban fármacos anticolinérgicos fue sólo de 7%. Entre los pacientes con una puntuación de cinco o más hubo una reducción de 4% en los niveles de función cerebral y otros factores como el incremento de mortalidad debido a enfermedades subyacentes, fueron tomados en cuenta en el análisis.
Los investigadores subrayan, sin embargo, que el estudio no puede asegurar que los fármacos causaron la muerte o la reducción en la función cerebral. Lo que el estudio demuestra es que hay una asociación, por lo que se debe evitar recetar múltiples fármacos con efecto anticolinérgico.
Por su parte, el Dr. Fox afirma que llevará a cabo más estudios para investigar por qué los fármacos anticolinérgicos pueden incrementar la mortalidad. Estudios en el pasado han mostrado que la reducción del neurotransmisor acetilcolina está implicada en la demencia.
Un fármaco, llamado aricept, es recetado a algunos pacientes con Alzheimer para mejorar sus niveles de acetilcolina.
Tal como explica la doctora Susanne Sorensen, de la organización Alzheimer’s Society, una reducción de 4% en la función cerebral de una persona sana es similar a despertarse un día y sentirse lento y aletargado, pero es vital que la persona no entre en pánico o deje de tomar sus medicamentos sin consultar a su médico.