No permita que estas vacaciones de verano le hagan llevar una dieta de comida chatarra que atente contra su salud.
«Actualmente, se puede comer sano, equilibrado y con las calorías apropiadas, sin importar donde se viaje», aseguró en un comunicado de prensa de la Universidad de Duke Elisabetta Politi, directora de nutrición del centro de dieta y forma física de la escuela de Carolina del Norte.
Politi sugiere, para comer mejor en el camino:
* Llevar refrigerios saludables. Guarde queso, vegetales ya cortados, yogurt y otras opciones saludables que vaya a necesitar durante el trayecto en una nevera portátil. Empaque una bolsa con porciones individuales de palomitas de maíz bajas en grasa, cereal, barras energéticas, avellanas o frutos secos.
* Beba más agua. Evite el azúcar en gaseosas y otros refrescos que puedan sumar calorías sin nutrición. No piense que las gaseosas de dietas y otros edulcorantes son mejores, porque algunos estudios anteriores han descubierto que en realidad podrían ayudar a aumentar el apetito. Si le apetece una bebida dulce, pruebe tomar leche con chocolate baja en grasa.
* Elija productos saludables en el menú. Opte por comidas más bajas en grasa como ensaladas, bocadillos a la parrilla y rollitos cuando sea posible, una opción más fácil ahora que los restaurantes pueden proporcionar la información nutricional de sus comidas. Si desea darse un capricho, elija porciones pequeñas o comparta las grandes para ayudarle a limitar lo que come.
* Tome un buen desayuno. Siempre empiece el día de viaje con una comida saludable para ayudarle a balancear lo que comerá después. Si duerme en un hotel con refrigerador en la habitación, abastézcalo con cereales, leche baja en grasa, yogurt y frutas la noche anterior para que pueda empezar el día correctamente.
FUENTE: Duke University, July 2009