La transmisión de infecciones por estafilococos aureus resistente a la meticilina (SARM, por sus siglas en inglés) entre mascotas y humanos está aumentando.
«Con frecuencia, las personas que tienen mascotas desconocen que éstas pueden transmitir patógenos peligrosos», escribieron el Dr. Richard Oehler, del Colegio de medicina de la Universidad del Sur de Florida en Tampa y colegas en la edición de julio de la revista The Lancet Infectious Diseases.
Las mordeduras de perros y gatos representan cerca del uno por ciento de las visitas a las salas de emergencia en Estados Unidos y Europa. En México, las Secretaría de Salud estima que 3 de cada 10 personas han sido mordidas por un perro, en alguna etapa de la vida.
Estos accidentes, ocasionan infecciones graves en el 20% de los casos, y son causadas por bacterias que proceden de la boca de un animal, tal vez más otras bacterias de la piel del paciente, advierten los autores del estudio.
La sepsis, una infección del torrente sanguíneo, puede ser una complicación grave de las heridas de mordeduras infectadas con SARM y otros tipos de bacterias, apuntaron Oehler y colegas.
La creciente prevalencia del SARM adquirido en la comunidad en humanos ha ido de la mano de la colonización del SARM en animales domésticos como perros, gatos y caballos. Esto convierte a los animales en reservorios potenciales de la infección por SARM. Además, las infecciones en la piel de mascotas relacionadas con SARM, tales como la dermatitis simple, se pueden transmitir con facilidad a humanos, de acuerdo con el artículo.
El tratamiento de las infecciones por SARM en la mascota es similar al usado en humanos, señalaron los investigadores, que agregaron que se necesitan más investigaciones sobre las infecciones por SARM en los animales domésticos y humanos.
«Cada año, las lesiones por mordeduras son una causa importante de lesión en EE. UU. y Europa, sobre todo en los niños. Las mordeduras en las manos, el antebrazo, el cuello y la cabeza tienen el potencial de la mayor morbilidad», concluyeron los autores del estudio. «Los proveedores de atención de salud están en primera fila en la protección de las relaciones vitales entre los humanos y sus mascotas. Los profesionales médicos deben seguir promoviendo la tenencia de mascotas, hacer un historial adecuado de la misma, y saber que las enfermedades asociadas se pueden evitar mediante el reconocimiento, la educación y medidas de precaución sencillas».
FUENTE: The Lancet Infectious Diseases, news release, June 21, 2009