Después de una noche de fiesta es común despertar con un vago recuerdo de los acontecimientos de la velada anterior. Pero un nuevo estudio sugiere que las borracheras pueden afectar la memoria en personas jóvenes aún tiempo después de que desapareció la cruda. Esto puede deberse al daño en el hipocampo, que es una región del cerebro involucrada en el aprendizaje.
Un estudio publicado en la revista Alcoholism; Clinical & Experimental Research, investigadores españoles de la Universidad de Santiago de Compostela, pusieron unos simples exámenes de lenguaje y memoria a 122 estudiantes entre 18 y 20 años de edad, de los cuales la mitad se auto-consideraba amante de las borracheras, mientras que la otra mitad manifestó beber alcohol en forma moderada.
En el primer examen, los estudiantes leyeron listas de palabras y trataron de recordar el mayor número de éstas en ejercicios cuya dificultad iba en incremento. En otro examen, se les contaron dos historias y se les pidió que las relataran de la manera más precisa posible.
Los borrachos tuvieron un peor desempeño que el otro grupo en caso todos los exámenes relacionados con palabras. En comparación con sus compañeros, los borrachos se distraían más fácilmente con información nueva, recordaron menos palabras y retuvieron un 4 por ciento menos de la información proporcionada en las historias.
Este estudio no prueba una relación causa-efecto entre las borracheras y una disminución de la memoria, sin embargo, es posible que los estudiantes que presentan mayor dificultad para aprender y poner atención podrían ser más propensos a caer en borracheras.
Los investigadores dicen que los estudios sugieren una “clara asociación” entre las borracheras y el tener dificultad para realizar tareas relacionadas con regiones cerebrales particulares, especialmente el hipocampo y la corteza pre-frontal y que el hipocampo es particularmente vulnerable a los efectos tóxicos del alcohol.
