El virus de la gripe, también conocido virus de la influenza pertenece a la familia de los «orthomyxoviridae» y ha ocasionado epidemias recurrentes desde hace más de 400 años.
Existen tres tipo de virus de la influenza, A,B y C, cada uno con características propias en cuanto a organización del genoma, estructura, posibles huéspedes y características clínicas. Sin embargo, comparten similitudes en relación con su comportamiento biológico.
Los virus de la influenza tipo A se dividen a su vez en N y H, en relación con las proteínas H, de hemaglutinina y N de neuraminidasa que se encuentran en su superficie y de las cuales depende la agresividad del virus hacia el humano o animal que los adquiere.
Actualmente, el virus que está afectando a la población mexicana es de orígen porcino, aunque no se adquiere por comer carne de cerdo, pero sí por convivir con puercos contaminados o humanos infectados.
El virus, que tiene un tamaño diminuto de entre 80 y 120 nanómetros de diámetro penetra a las vías respiratorias al ser inhalado estando cerca de una persona infectada que tose, estornuda o simplemente habla. Al entrar al aparato respiratorio, el virus se adhiere a las células más superficiales del mismo e interfiere con el barrido normal de las vellosidades que lo recubren y que normalmente nos ayudan a sacar los microorganismos patógenos que nos afectan. Además, este virus libera toxinas que son las responsables de los síntomas característicos de la influenza:
* Fiebre alta, de más de 39°C
* Dolor de cabeza intenso
* Malestar general
* Dolores musculares y articulares
* Lagrimeo
* Congestión nasal
También puede haber dolor de garganta y ronquera. Estos síntomas suelen durar de 5 a 7 días y posteriormente el paciente se recupera paulatinamente en una o dos semanas más. Es importante consultar al médico para recibir tratamiento.
Los antivirales que se emplean son el Oseltamivir y el Zanamivir que deben ingerirse bajo supervisión médica. NO SE AUTOMEDIQUE.
La vacuna disponible contra el virus de la influenza estacional que se administró a finales del otoño pasado no proporciona inmunidad suficiente contra el virus porcino, por lo cual hay que tomar otras medidas preventivas como aislar a los enfermos, evitar acudir a lugares concurridos y lavarse las manos frecuentemente.
Dra. Diane Pérez