Si tiene problemas cardiacos, escuche canciones apacibles en su iPod o reproductor de CD.
Pacientes hospitalizados de enfermedad cardiaca coronaria redujeron su tasa cardiaca, tasa respiratoria y presión arterial tan sólo escuchando música, encontró una revisión de 23 estudios anteriores llevada a cabo por la Universidad de Temple.
El informe, que aparece en la edición más reciente de la revista The Cochrane Library, encontró que los efectos calmantes fueron mayores cuando estos pacientes eligieron sus propias canciones. Por ejemplo, las tasas de pulso de los pacientes se redujeron en más latidos por minuto cuando eligieron ellos en comparación con los que escucharon música elegida por los investigadores.
«Así que sabemos por experiencia clínica que si la gente selecciona música que le gusta, y la música tiene cualidades sedantes como un tiempo lento, armonías predecibles y la ausencia de cambios repentinos, podrán relajarse mejor al escucharla», dijo el investigador Joke Bradt, director asistente del Centro de Investigación de las Artes y la Calidad de Vida de la Universidad de Temple, en un comunicado de prensa de la institución.
La revisión evaluó estudios anteriores sobre cómo la música afectaba a 1,461 pacientes de enfermedad cardiaca coronaria, ya fuera durante un procedimiento cardiaco o dentro de dos días de una hospitalización. En todos los estudios, la música utilizada tenía tiempos lentos, pero en algunos casos, se empleó a un musicoterapeuta para ayudar a seleccionar las canciones.
El Dr. Robert Bonow, ex presidente de la American Heart Association, desafió los hallazgos. Aunque está de acuerdo en que aliviar el estrés es importante para los pacientes cardiacos, dijo que la nueva revisión «no muestra evidencia concluyente de que esta terapia de relajación en realidad reduzca el estrés, mucho menos que reduzca los resultados del estrés».
«El ejercicio es benéfico porque reduce el estrés, pero también reduce la presión arterial», apuntó Bonow, jefe de cardiología de la Universidad de Northwestern, en el mismo comunicado de prensa.
Fuente: American Heart Association.