El 17 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Seguridad del Paciente. Y es que los eventos adversos relacionados con el cuidado sanitario figuran entre las primeras 10 causas de muerte en el mundo.
La Organización Mundial de la Salud estableció este día ante la necesidad de evitar las muertes prevenibles. Y es que el juramento hipocrático al que todo médico debe apegarse es «primero no hacer daño». Pero desafortunadamente los eventos adversos no solo dependen del médico. Todos los ámbitos de la sociedad deben sumarse para erradicar este problema que cobra la vida de 4.8 millones de personas en el mundo cada año.
Infecciones nosocomiales, trombosis venosa profunda, caídas, una larga lista de problemas que podrían prevenirse sobrevienen todos los días. Y éstos generan discapacidad o cobran la vida de un paciente.
En el 2020, a raíz de la pandemia de COVID19, la OMS determinó que el lema fuera «Personal Sanitario Seguro, Pacientes Seguros». Esto deriva de la necesidad de proporcionar al personal sanitario todo el apoyo necesario para ejercer su profesión. El equipo de protección personal es indispensable para todo trabajador de la salud. Desafortunadamente miles son quienes han perdido la vida durante la pandemia por falta de protección suficiente.
Es un tema del que hay que hablar. De hecho, la Fundación del Movimiento por la Seguridad del Paciente dio a conocer una encuesta. Ésta revela que 80% de las personas no saben el problema que esto representa.
Los pacientes también pueden contribuir a mejorar el desenlace de su caso. Es importante que participen activamente en su tratamiento. Que sigan al pie de la letra las indicaciones de su médico y que no se automediquen.
Si tú o un familiar tuyo deben ir al hospital, baja la aplicación gratuita Patient Aider. Ahí encontrarás datos valiosos en todos los idiomas.