Una investigación desarrollada por especialistas de la Universidad de Lund y el Centro Umea, en colaboración con la Academy Swedish Armed Forces Interpreter Academy, revela que estudiar idiomas contribuye al desarrollo cerebral.
Para el estudio se analizaron los cambios registrados en el cerebro de jóvenes que aprendieron a hablar lenguas con fluidez en tan sólo 13 meses.
El análisis científico se enfocó en la evaluación de varios estudiantes de medicina y ciencias cognitivas de la Universidad de Umea, quienes durante tres meses fueron sometidos a un estudio intensivo de formación lingüística y se les midió a diario el tamaño de su cerebro, al término del plazo sus cerebros siempre mantuvieron su estructura. Sin embargo, se percibieron cambios en ciertas áreas.
El hipocampo fue una de las zonas que más se modificó, un área directamente implicada en el aprendizaje de nuevos materiales y en la navegación espacial. También cambiaron otras tres áreas de la corteza cerebral.
Los investigadores concluyeron que el aprendizaje de idiomas es una buena opción para mantener el cerebro en forma.