Un equipo de investigadores encabezado por el Dr. Gregory S. Kolt, profesor de la Universidad del Oeste de Sidney, en Australia, observó que proporcionarle a los adultos mayores un podómetro y una guía de consejos para hacer ejercicio era más efectivo que los consejos solamente, por lo menos en los que se refiere a alentarlos a salir a caminar como una actividad de ocio, en lugar de conducir.
Caminar es una forma manejable de actividad física para los adultos mayores y, por lo tanto, debe promoverse de una manera más activa. Los podómetros son dispositivos pequeños que se utilizan en la cintura y cuentan la cantidad de pasos que da el usuario.
Los expertos recomiendan dar 10.000 pasos diarios (caminar 20 minutos equivale a dar unos 2.000 pasos). La realidad muestra que la mayoría le damos muy poco uso a nuestros pies, un estudio halló que una persona promedio da 5.000 pasos por día.
Lograr que los adultos mayores caminen es especialmente desafiante. En Nueva Zelanda, los médicos del programa Green Prescription, recetan ejercicio y un consejero especializado en actividad física los llama para realizar un seguimiento. El equipo del Dr. Kolt estudió si sumarle el podómetro al programa mejoraría la adherencia de los adultos mayores al programa.
Al azar, el equipo les indicó a 330 adultos sedentarios mayores de 65 años participar del programa Green Prescription o a la versión mejorada con el podómetro. Al primer grupo se le pidió aumentar el tiempo diario de actividad física, mientras que los usuarios del podómetro debían concentrarse en la cantidad de pasos. Al año, los usuarios del podómetro caminaban unos 50 minutos más por semana, comparado con los 28 minutos que sumó el grupo de control,
Los resultados se publicaron en la revista Annals of Family Medicine.
No hubo diferencia entre los grupos en cuanto a los niveles de actividad física, que sí incluían las caminatas como forma de ejercicio, los adultos mayores de ambos grupos caminaban unos 140 minutos por semana, ya sea como ejercicio o una actividad de ocio. El equipo observó también que los valores de presión de ambos grupos mejoraron. Con o sin podómetro, los adultos mayores tuvieron una reducción de unos 10 puntos en el valor máximo de presión (presión sistólica).
Entonces, ¿los adultos mayores deben invertir en un podómetro? Para el Dr. Kolt, los dispositivos son muy útiles porque les ofrecen una forma de monitorear el nivel de actividad física y hasta los motivaría para alcanzar o superar los objetivos personales. Además, son bastante económicos, salir a caminar es un componente importante de la actividad física general de una persona, en especial si se trata de un adulto mayor.