5 tipos de hombres que pueden causarte indigestión en un restaurante

A la hora de salir a cenar, suelen haber personajes de todo tipo, muchas veces pueden arruinar un momento de diversión

1. EL MIRON
Típico hombre que se la pasa torciendo el cuello para devorar con la mirada cuanto glúteo ajeno tenga dentro de su periferia creyendo que no te das cuenta (cuando en realidad, el único que no se da cuenta es el). Un estudio reveló que los hombres miran en promedio hasta diez mujeres por día, pero ¿qué pasa si las mira todas juntas en una sola noche? Es hora de huir, sin antes disfrutar de tu plato y pedir ese postrecito sin culpa alguna. Total, sabemos que su mirada estará enfocada (o desenfocada) ya sabemos donde.

2. EL BRUTO
Es aquel que habla, ríe y come con la boca abierta. Luego de comer la panera completa con mantequilla y un par de copas de “tinto”, embebe el pan sobre la mezcla sobrante del juguito de la carne y la vinagreta de la ensalada mixta. Generalmente, el momento crucial para salir corriendo antes de vomitar, es cuando solicita el  “palillo”. Si tenemos un poco de suerte, con una mano tapará su boca mientras pasea este elemento de lado a lado, como si indicara su decoro ante tal protocolo.

3. EL TOQUETON
Está comprobado que el hombre posee mayores niveles de testosterona, pero ¿qué pasa si nos encontramos con el “hormona mata neurona”,  “te noto un poco contracturada”, “me encanta tu pelo”, “ven, acércate que no muerdo” y el célebre remate: “no voy a hacer nada que no quieras hacer”.

4. EL CODO
Aquel que al observar inquietamente la carta, adopta una expresión de espanto como si hubieran degollado una vaca delante de él. Exclama que un pedazo de lomo no te lo pueden cobrar  taaan!!! caro. Si creíste que esa es la peor parte, es hora de esperar la cuenta. Llega, la sacude y estirándola con ambas manos como si fuera un papiro, analiza, suma y multiplica sin dejar de enojarse. Si tienes suerte, pagarán a medias y sólo vas a tener que aguantar su último comentario: “ni se te ocurra dejar propina”.

5. EL GOURMET
Se sabe que con la liberación femenina, los roles de hombres y mujeres se modificaron, logrando entre otras cosas que el hombre se interese por la cocina. Así, aparecen los «gourmets» que te hablan de ingredientes y condimentos con vaguedades y palabras que ni siquiera existen en árabe, los que sólo ven algún canal gastronómico antes de dormirse y, el peor de todos: “el connaisseur”, que huele, saborea y comenta cada bocado que te llevas a la boca. Resulta insoportable su monólogo y no te interesa conocer cada minúsculo ingrediente que estas comiendo. Recomiendo evitar el café, no sea  que tengas que escuchar su catálogo de variedades.


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