Infección por meningococo

Existen diferentes bacterias causantes de meningitis. Neisseria meningitidis es una de ellas, y puede causar grandes epidemias

Una infección que llega a ser mortal o causar daños importantes a las personas, sobre todo a los niños, es la enfermedad meningocócica producida por una bacteria llamada Neisseria meningitidis, conocida como meningococo.

Expertos médicos del laboratorio Sanofi Pasteur alertan sobre esta infección, en caso de no ser atacada a tiempo, puede causar meningitis (inflamación de las capas que cubre y protegen al cerebro) y/o una septicemia (infección diseminada en la sangre).

Datos sobre la bacteria causante de la meningitis: Neisseria meningitidis es residente de la zona nasal que, por motivos que aún no se han determinado, puede penetrar en el torrente sanguíneo, en el cual prolifera convirtiéndose en una amenaza para la vida.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la meningitis por meningococo como una infección bacteriana grave de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal, llamadas meninges.

Entre el 8 y 25% de la población es portadora de la bacteria en algún momento dado.

El mayor número de casos reportados en México se encuentra entre los niños menores de 4 años.

La enfermedad progresa rápidamente y puede llevar a la muerte dentro de las 24 a 48 horas de aparecer el primer síntoma.

Es una enfermedad fulminante y con una alta tasa de letalidad (hasta 40%).

Según datos de la OMS, se producen en el mundo casi 500 mil casos de enfermedad meningocócica al año (1 caso por minuto), ocasionando alrededor de 50 mil muertes prematuras. Estadísticas del organismo muestran también que aproximadamente 10% de las personas que contraen la enfermedad meningocócica muere, incluso aquellas que reciben diagnóstico precoz y un tratamiento rápido y adecuado.

1 de cada 5 personas que sobrevive a la enfermedad meningocócica sufre secuelas permanentes como daño cerebral, pérdida auditiva, amputación de alguna extremidad y dificultades de aprendizaje.

Es común que la enfermedad se presente al inicio con síntomas inespecíficos, que podrían confundirse con otros padecimientos, como son fiebre, dolor de cabeza, rigidez en el cuello, diarrea, fotosensibilidad y vómitos.

La vacuna antimeningocócica que protege contra cuatro serogrupos y tiene un sencillo esquema de aplicación en la población.

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