Hallan proteína clave en enfermedades neurológicas

La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad del sistema nervioso que afecta al cerebro y la médula espinal

Un equipo investigador  encabezado por el Dr. Alistair Compston, de la Universidad de Cambridge  en el Reino Unido descubrió cerca de 30 factores de riesgo de tipo genético que inciden en el desarrollo de la esclerosis múltiple, el descubrimiento eleva a más de 50 el total de claves genéticas para entender la enfermedad.

La investigación, se publicó en la revista Nature, y ayudará a identificar factores de riesgo, tal vez futuros tratamientos o, incluso, una cura.

La mayoría de los genes están relacionados con la inmunidad, lo que respalda la idea de que la enfermedad se desata cuando el sistema inmunitario se vuelve contra sí mismo. Los genes son sólo una parte de la historia, sin embargo, junto a otros factores, tales como la vitamina D o una infección viral, de los que se cree que juegan un papel importante.

El estudio, llevado a cabo por un grupo multinacional de expertos, es el mayor hasta la fecha en torno a la relación de la esclerosis múltiple y la genética.

Unos 10.000 pacientes de la enfermedad sometieron a examen su ADN, acompañados de 15.000 individuos sanos en el grupo control.

Se confirmó que  23 variaciones genéticas conocidas, comunes en la población en general, suponen un pequeño riesgo de desarrollar la esclerosis múltiple, y se identificaron 29 nuevas.

Hay otras cinco de las que se tienen fuertes presunciones, lo que eleva el total de variaciones genéticas asociadas a la enfermedad a 57.

El Dr.  Alistair Compston, comenta que este es, repentinamente, una de esas grande cifras de genes que hay que entender, el 80% de los genes involucrados es de tipo inmunológico. Esto revela, que la enfermedad tiene un origen inmunológico. Se trata de una confirmación muy importante.

Cerca de 2,5 millones de personas, en todo el mundo, sufren de esclerosis múltiple, 100.000 de ellos en el Reino Unido. La enfermedad no es directamente hereditaria y no la causa un solo gen en particular.

Sin embargo, la investigación indica que una cierta combinación de genes comunes a la población en general, hace que alguna gente sea más susceptible a desarrollar el trastorno neurológico.

También hay otros factores ambientales involucrados, quizás un virus o una bacteria, o la vitamina D de la exposición a la luz.

Simon Gillespie, director ejecutivo de la Sociedad para la Esclerosis Múltiple comenta que al identificar qué genes pueden desatar el desarrollo de la esclerosis múltiple, se podrá identificar potencialmente factores de riesgo y buscar nuevas maneras de tratar, o quizás incluso de prevenir, la enfermedad en el futuro.


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