El vitiligo, comúnmente llamado (Mal del pinto) en Dermatología es llamado Leucoderma, es un padecimiento que se manifiesta a través de la perdida de las células productoras del pigmento de la piel, llamado melanina. De acuerdo con la Secretaría de Salud, en México afecta al 15 % de la población.
Se ha observado una mayor incidencia en personas de raza negra y en zonas geográficas donde predominan las temperaturas bajas.
El vitiligo (Mal del pinto) se manifiesta como manchas blancas disformes, que aparecen en la piel. Esta condición es más notoria en personas morenas o de piel oscura. El paciente puede observar en su piel la aparición paulatina de areas con falta de pigmentación que pueden presentarse inicialmente en la cara, los codos, las rodillas, las manos, los pies y los órganos genitales.
No se conocen con exactitud sus causas, se piensa que puede tratarse de una enfermedad autoinmune, es decir que el organismo produce anticuerpos contra sus propios tejidos, aunque también se sabe que existe un factor hereditario que hace que sea más común en algunas familias con respecto a otras.
El vitiligo, se encuentra asociado con tres enfermedades sistémicas: la anemia perniciosa, la enfermedad de Addison y el hipotiroidismo.
El vitiligo se diagnostica mediante la realización de una historía clínica completa y un exámen físico minucioso por parte de un dermatólogo. Para confirmar el diagnóstico, en algunos casos es necesario tomar una biopsia de la piel a fin de descartar otros padecimientos. También puede ser necesario realizar exámenes en sangre para buscar anemia, hipotiroidismo u otros padecimientos colaterales.
Las áreas despigmentadas tienen más probabilidades de sufrir quemaduras por el sol o desarrollar ciertos tipos de cáncer de piel.
Existen diversas opciones de tratamiento para el vitiligo, aunque ninguna ha demostrado ser 100% efectiva para todos los casos, algunas opciones son: la exposición a la luz ultravioleta intensa, como la terapia con radiación UVB de banda angosta, medicamentos oir vía oral, como el trimetilpsoraleno, medicamentos aplicados a la piel, principalmente cremas con derivados de la cortisona, inmunodepresores, medicamentos repigmentadores.
Otras opciones, incluyen los injertos de piel o bien algunos maquillajes especiales para la piel del paciente con vitiligo.
En casos extremos, cuando la mayor parte del cuerpo resulta afectada, la piel pigmentada que queda se puede despigmentar. Se trata de un cambio permanente y de último recurso.
Es importante recordar que la piel despigmentada es extremadamente susceptible a los efectos dañinos del sol, por lo tanto, se recomienda asegurarse de aplicar un bloqueador solar con un factor de protección solar alto.