Las ventajas de las microsiestas para la salud física y mental son múltiples. La microsiesta, también conocida como siesta flash, se caracteriza por su corta duración. Y es que suele ser menor de 10 minutos. El Dr. François Marchand, especialista en trastornos del sueño, comenta que este lapso corresponde a las primeras fases del sueño caracterizadas por somnolencia y sueño ligero.
Beneficios de las microsiestas
En la microsiesta la persona se relaja pero permanece receptiva a los estímulos exteriores. De hecho, una vez que despierta es inmediatamente operacional.
El estado de relajación permite bajar los ritmos biológicos para llevar al cerebro a fase de sueño ligero. Por ello, algunos especialistas amplían la definición de microsiesta. Con un poco de práctica, puedes alcanzar dicho estado en pocos minutos, el tiempo necesario para realizar varias respiraciones profundas.
Permitirse una o varias microsiestas a lo largo de la jornada puede ayudarnos a terminar concentrarnos mejor. También contribuye a mejorar el rendimiento deportivo o a evita quedarse dormido al volante.
Qué ocurre durante una microsiesta
Otra ventaja de las microsiestas es que ayudan a reponer energías durante un tiempo equivalente al de su duración multiplicado por 10 o 15. Es decir que si duermes durante 10 minutos, tu energía se incrementará durante más de hora y media. Durante la microsiesta, la respiración se torna más lenta, el ritmo cardiaco disminuye y los músculos se relajan. Esto permite un descanso del cuerpo y la mente. La microsiesta ayuda a prolongar nuestra eficacia incluso con una carga de trabajo importante.
¿Cómo y cuándo hacer microsiestas?
Te en cuenta que la atención disminuye cada 90 minutos durante el día. Esto lo notamos especialmente después del mediodía, un momento propicio para la microsiesta. Lo ideal es estar relajado y buscar las condiciones ideales de adormecimiento. Para una microsiesta placentera acuéstate boca arriba, con brazos y piernas ligeramente separados. Busca un lugar con poca luz y tranquilo. Verás que tan solo con controlar la respiración te quedarás dormido. Otra de las ventajas de las microsiestas es que sustituyen la pausa del café o el cigarrillo.
¿Cuándo y dónde?
Para aquellas profesiones en las que las citas fuera de la oficina son más frecuentes, la práctica de la microsiesta se vuelve más fácil. Sin embargo, es factible también en la oficina. Para inducir tu microsiesta puedes realizar un pequeño ejercicio. Cierra los ojos, haz unas inspiraciones lentas y profundas, apoya las manos sobre los párpados cerrados y estírate. Te sentirás mejor y con más energía. Con la práctica cada vez será más fácil para ti hacer una microsiesta y mejorar tu capacidad de autocontrol.