En torno a la vasectomía se han creado diferentes mitos causantes de que los varones no opten por este método anticonceptivo, aunque se hayan dado grandes avances en el uso de dicha técnica, que la han convertido en una vía sencilla, eficaz e indolora para la regulación de la fertilidad.
Existen dos técnicas para realizar la intervención: con bisturí o tradicional y la vasectomía sin bisturí. La primera se caracteriza por ser una intervención dolorosa y de más prolongada recuperación, ya que se lleva a cabo en un quirófano y la incisión que se suele hacer es más grande comparada con la vasectomía sin bisturí.
En la vasectomía sin bisturí se usan principalmente cuatro instrumentos básicos: unas pinzas de anillo especial, una pinza que sirve para abrir la piel del escroto, unas tijeras y las suturas, lo cual hace de este procedimiento una técnica menos invasiva y muy sencilla de realizar.
El tiempo estimado para realizar la intervención puede durar una hora o una hora y media, desde la llegada del paciente, pasando por la realización del historial clínico y la evaluación, hasta el término del procedimiento.
Lo primero que hacen los médicos es aplicar la anestesia local, a diferencia de la vasectomía tradicional donde se utiliza una anestesia general o bien, el bloqueo epidural, que se coloca en la parte anterior (frontal) del escroto. Sobre ese mismo punto se hace una sola incisión, de aproximadamente medio centímetro, para sacar, ligar y luego cortar los conductos deferentes, que son los encargados de transportar el esperma del testículo hacia el conducto que lo lleva al exterior.
Durante el procedimiento se pueden percibir algunas molestias y la principal de ellas es el punto de anestesia, pero también en ocasiones se presentan cólicos leves en la zona de las ingles, aunque cabe aclarar que es sólo una molestia, no hay dolor.
El procedimiento es rápido y sin mayores complicaciones lo cual hace que el paciente salga por su propio pie el mismo día de la intervención. Luego de haberse practicado el procedimiento, el médico recomienda tres días de reposo, es decir, no hacer ejercicio, no levantar objetos pesados, no consumir alcohol y no tener relaciones sexuales. La herida externa tarda aproximadamente tres días en cicatrizar, debido a que no se sutura, sin embargo, los conductos internos tardan cerca de siete días en hacerlo.
Las relaciones sexuales luego de ese tiempo se pueden realizar sin ningún problema, pero aún debe utilizarse algún otro método anticonceptivo, ya que quedan restos de espermatozoides en los conductos deferentes, los cuales tardan en desaparecer alrededor de tres meses, o bien, luego de veinte eyaculaciones.
Existen mitos y dudas acerca de la vasectomía. Se dice que el hombre puede experimentar una pérdida de la respuesta sexual, dejar de eyacular, disminución de la cantidad de semen, cambio de color de éste o mengua del placer sexual.
La vasectomía no tiene relación con los temores antes mencionados, la intervención no interfiere con la erección, tampoco está relacionada con la eyaculación precoz ni con la eyaculación retardada y mucho menos con la falta de libido.
Al cortar los conductos deferentes sólo se impide el paso de los espermatozoides para evitar que se mezclen con el semen. Los testículos siguen igual, con su misma inervación y su misma irrigación, también continúan produciendo espermatozoides, pero lo único que pasa es que ya no se liberan y se van reabsorbiendo ahí mismo donde se van produciendo, la producción de testosterona continúa siendo la misma, con lo cual no hay ningún cambio hormonal en el paciente.
El único cambio que se puede notar es en la consistencia del semen, éste puede tornarse un poco más líquido, pero la cantidad continúa siendo la misma dependiendo de cada persona: entre 1.5 y 5 mililitros por eyaculación. Los médicos al momento de hacer la evaluación deben tener en cuenta que el paciente no tenga líquido alrededor del testículo (hidrocele), que no haya varices en el conducto, o varicoceles, así como tumores en los testículos, ni quistes en el epidídimo.
De igual forma, la vasectomía sin bisturí no se realiza si se encuentran inflamación o infección, pero sobre todo que al momento de hacer la exploración testicular, el paciente no sienta dolor. De la misma manera, no deberá haber hernias inguinales importantes, ni úlceras a nivel inguinal.
La técnica es en la actualidad la más utilizada en todo el mundo debido a que la tasa de fallos no rebasa el 0.5%, por lo cual, la vasectomía sin bisturí es un método sencillo, rápido y efectivo para el control de la natalidad.