Una razón más para no caminar descalzo

Caminar descalzo conlleva el riesgo de infecciones, cortaduras y de contraer la larva migratoria.


Fotografía: CDC

La prestigiada revista médica the Lancet publicó el caso de un hombre de 38 años de edad que presentaba una lesión serpiginosa en la planta del pie, después de un viaje a México. El paciente reportó haber caminado descalzo en la playa, donde había gatos y materia fecal de los felinos en la arena.


La lesión en la planta de su pie derecho se veía roja y alargada. Los médicos hicieron el diagnóstico de larva migratoria cutánea.

La larva migratoria cutánea es la larva del parásito anquilostoma brasileño, que es capaz de penetrar la epidermis es decir la capa más superficial de la piel y moverse dentro de la misma liberando enzimas que lesionan el tejido.

Generalmente el diagnóstico se basa en la sintomatología y se inicia el tratamiento con medicamentos antiparasitarios como el tiobendazol en la lesión o este mismo medicamentos, así como el albendazol o la ivermectina por vía oral.

Es difícil confirmar el diagnóstico sacando la larva debido a su movilidad dentro de la piel, lo cual hace que sea poco probable ubicarla. Solo puede llegar a lograrse con instrumentos de alto nivel de especialidad.

La larva migratoria medía 4 milímetros y finalmente lograron extirparla exitosamente, a pesar de lo cual el paciente requirió de la ingesta del medicamento contra el parásito.


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