Una cuarta parte de las personas que están ingresadas en un hospital están desnutridas. El porcentaje aumenta al 37% entre los mayores de 65 años, según el estudio Predyces (Prevalencia de malnutrición hospitalaria y costes asociados en España).
La desnutrición se define como un estado patológico en el que las reservas de nutrientes del organismo se encuentran mermadas. Este estado se produce como consecuencia de la pérdida de nutrientes como consecuencia de problemas en la alimentación, trastornos de la digestión o cambios en el metabolismo asociados a infecciones.
En la práctica clínica la desnutrición retrasa el restablecimiento del paciente y provoca pérdida de masa muscular y debilitamiento. Esta pérdida de masa muscular asociada a la edad, conocida como sarcopenia, se produce a un ritmo del 8% a partir de los 40 años y del 15% por década a partir de los 70″.
Durante el proceso natural del envejecimiento se producen numerosos cambios dietéticos y psicológicos, comenta el geriatra y presidente de la Sociedad Médica Geriátrica de la Unión Europea, Dr. Alfonso Cruz-Jentoft, además, a medida que la gente envejece, el organismo necesita más proteínas, vitamina C, calcio y otros nutrientes importantes para un buen estado de salud general.