La ONG Médicos Sin Fronteras presentó un informe actualizado sobre tres enfermedades, incluida la enfermedad de Chagas, mal endémico en América Latina, que afectan a millones de personas en todo el mundo y causan la muerte de decenas de miles cada año.
Para romper el círculo vicioso que relega estas enfermedades al olvido, se deben ampliar los programas existentes de diagnóstico y tratamiento de pacientes, y dar más apoyo a la investigación médica para desarrollar pruebas diagnósticas y tratamientos más simples y efectivos, según el nuevo informe Contra el olvido hecho público por Médicos Sin Fronteras.
Basándose en 25 años de experiencia de la organización llevando a cabo programas de enfermedad de Chagas, enfermedad del sueño y kala azar en Latinoamérica, África subsahariana, Asia Meridional y el Cáucaso, el informe examina el manejo de estas enfermedades y señala que el acceso a tratamientos vitales de calidad requiere una mayor voluntad política por parte de los grandes financiadores internacionales y los gobiernos de los países endémicos.
Médicos Sin Fronteras también apela a una mayor investigación y desarrollo a nivel mundial para conseguir nuevos diagnósticos y tratamientos más efectivos para enfermedades que afectan mayoritariamente a personas en los países en desarrollo.
El kala azar (o leishmaniasis visceral) y la enfermedad del sueño (o tripanosomiasis humana africana) son siempre mortales si no se tratan. Junto a la enfermedad de Chagas (tripanosomiasis americana) estas enfermedades tropicales desatendidas afectan a millones de personas y acaban con la vida de decenas de miles cada año.
Estas no son una maldición, declara el Dr. Unni Karunakara, presidente internacional de Médicos Sin Fronteras. Aunque suponen todo un reto, son tratables y curables.
El informe demuestra que el diagnóstico y tratamiento de estas enfermedades es posible, pero décadas de inacción a nivel global han dejado un profundo vacío.
Las compañías farmacéuticas no invierten en investigación y desarrollo de nuevas pruebas y tratamientos porque estas enfermedades afectan mayoritariamente a las personas más pobres del mundo, que no representan un mercado lucrativo. Hay que romper este círculo.
Hay que ampliar la disponibilidad de mejores tratamientos contra el kala azar en el subcontinente indio, como dosis fijas o combinadas de anfotericina B liposomal, uno de los medicamentos más efectivos que existen contra esta enfermedad.
Pese a todo, las enfermedades tropicales desatendidas están obteniendo una mayor atención internacional. En enero de 2012, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo pública en Londres una hoja de ruta para el control y eliminación de algunas enfermedades olvidadas, con el apoyo de la Fundación Bill y Melinda Gates, y de países financiadores como EUA y el Reino Unido.
El plan de la OMS no prevé más fondos ni estrategias para ampliar los actuales programas de la enfermedad de Chagas y de enfermedad del sueño. Y en la última Asamblea Mundial de la Salud de la OMS, EUA y la Unión Europea se opusieron a los intentos de impulsar la innovación médica para enfermedades tropicales olvidadas, bloqueando la propuesta de un convenio mundial de que priorice las necesidades no cubiertas de los pacientes en los países en desarrollo.