Los investigadores aseguran que beber más agua puede ayudar a disminuir muchos problemas de salud actuales, como la obesidad y la diabetes tipo 2, afirman que aliviaría la deshidratación, una condición que se cree que afecta crónicamente al 75% de los adultos.
Dos investigaciones realizadas por Kimberly Andrews Espy de la Universidad de Oregon en EUA, encontraron que elegir el agua es un buen primer paso para mejorar la alimentación. Es importante encontrar soluciones al problema de la mala alimentación temprana, que contribuye a la obesidad y al descenso en el bienestar. Debemos encontrar formas de mejorar la alimentación que los chicos tendrán a lo largo de toda su vida.
La Dra. Espy y colegas hicieron un estudio del que participaron personas de entre 19 y 23 años. Los especialistas encontraron que los voluntarios elegían comidas muy saladas y repletas de calorías cuando tomaban gaseosas. Por el contrario, beber agua los incitó a elegir platos con vegetales.
El otro estudio se realizó con 75 chicos de 3 a 5 años de edad. En distintos días, los investigadores observaron sus elecciones alimenticias al tener gaseosas o agua para tomar junto a las comidas. Y, nuevamente, resultó que el agua los motivó a elegir más vegetales.
La exposición repetida a ciertas bebidas y comidas tienen una fuerte influencia en las preferencias. Esto comienza tempranamente con las comidas cocinadas en casa y con las combinaciones que ofrecen los restaurantes, la simple recomendación es tomar agua en todas las comidas.
Como estas preferencias comienzan a tomar forma en la infancia, los expertos enfatizan la importancia de instalar el hábito del agua desde que los chicos son muy pequeños.
En vista de los resultados del estudio, los investigadores aseguran que beber más agua puede ayudar a disminuir muchos problemas de salud actuales, como la obesidad y la diabetes tipo 2. Incluso afirman que aliviaría la deshidratación, una condición que se cree que afecta crónicamente al 75% de los adultos.