Hoy la Organización Mundial de la Salud celebra el Día Mundial Sin Tabaco con el objetivo de concientizar sobre los perjuicios que conlleva el cigarrillo para la salud. Mujeres que fuman y su dificultad para quedar embarazadas.
Entre los aspectos negativos se encuentran el aumento en el riesgo de padecer enfermedades, la reducción de la fertilidad y el incremento del riesgo de complicaciones durante el embarazo.
El consumo de cigarrillo en edades tempranas, tanto en el hombre como en la mujer, puede ocasionar problemas de fertilidad. En el caso de las mujeres aumenta un 60% el riesgo de infertilidad y en aquellas que están realizando tratamientos de reproducción asistida disminuye un 34% la probabilidad de gestación.
Si una mujer fumadora está buscando ser madre, su fertilidad puede verse reducida, ya que la calidad ovocitaria y embrionaria disminuyen, y si se tiene que someter a fecundación in-vitro, se tendrá que administrar dosis más elevadas de las hormonas con las que se estimulan los ovarios, aclara el Dr. Fernando Neuspiller, especialista en Fertilidad, en la ciudad de Buenos Aires.
En los últimos años las grandes fumadoras, es decir, aquellas mujeres que fuman más de 10 cigarrillos diariamente, tienen una concepción tardía y fallo ovárico prematuro cuando se las compara con no fumadoras. Más del 35% de mujeres fumadoras activas tienen un retraso en el logro de embarazo, efecto que también se observa, aunque en menor proporción, en mujeres fumadoras pasivas. Es por esto que el cigarrillo no sólo afecta a las fumadoras activas, las fumadoras pasivas también sufren las consecuencias de manera indirecta
Por otro lado, entre los problemas más frecuentes que se pueden presentar, por causa del cigarrillo, durante el embarazo y en el feto, se encuentran: mayor riesgo de posibilidades de aborto espontáneo; los hijos de mujeres fumadoras tienen menor capacidad pulmonar y existe una mayor tendencia a que en el futuro se conviertan en fumadores; embarazo extrauterino, un retardo de crecimiento intrauterino y una hipoxia fetal crónica.
Como consecuencia, el recién nacido es de bajo peso, talla y perímetro craneal; además, las estadísticas hablan de mayor incidencia de muerte súbita.
La nicotina y otras sustancias químicas tóxicas presentes en el cigarrillo son dañinas para la fertilidad ya que interfieren con la capacidad del organismo de producir estrógenos, una hormona fundamental para regular la ovulación, y puede hacer que los óvulos de las mujeres sean más vulnerables a las anomalías genéticas.
Las toxinas que libera el cigarrillo y su efecto sobre los vasos sanguíneos afectan las glándulas endocrinas y por lo tanto también los órganos reproductores como el ovario y el testículo. Además, fumar también adelanta la aparición de la menopausia en hasta 2 años.
Si se deja de fumar, los aspectos negativos del tabaco asociados a los ovarios y todo su funcionamiento, puede revertirse en aproximadamente un año.
El tabaco también produce efectos nocivos en el ADN masculino, fumar fragmenta el material genético de los espermatozoides causando infertilidad masculina.
El espermatozoide del ser humano aporta la mitad del material genético al futuro individuo y su calidad influye notoriamente en las posibilidades de conseguir un embarazo. Por este motivo, los varones que fuman ven cómo disminuye considerablemente su calidad espermática al producirse deterioro en su material genético o ADN.