En un estudio reciente realizado por el Dr. Renato Zenobi, del Instituto Federal Suizo de Tecnología de Zúrich, sugiere que a través de las sustancias químicas del aliento, al igual que las de la orina o la sangre se podrán diagnosticar enfermedades.
El Dr. Renato Zenobi y su equipo de científicos, tomó muestras de aliento de once voluntarios, cuatro veces en nueve días hábiles, las muestras se analizaron con un espectrómetro de masas, un dispositivo que mide con precisión la presencia de compuestos en el aliento, algunos, como el vapor de agua y el dióxido de carbono, fueron los mismos en todos los participantes, pero aquellos que diferían demostraron ser únicos para cada individuo y permanecer igual en esas personas durante el curso de los estudios.
Cuando los pacientes que utilizaban el mismo fármaco fueron puestos a prueba, se encontró el mismo máximo, es decir, un nuevo metabolito de la droga.
La «toma de aliento» es fácil, rápida y no invasiva, a través de ella se miden los metabolitos, dado que una prueba de aliento no es invasiva y sus resultados son instantáneos, podría ser aún más útil, por ejemplo, para determinar la dosis justa de anestesia o en pruebas de dopaje.
En la medicina tradicional china se toma el pulso, se observa la lengua y se huele el aliento, hay perros entrenados que pueden oler el cáncer con una bastante precisión, pero el perro no dice qué compuestos son. trabajos previos han demostrado que el tipo preciso de bacterias responsables de infecciones pulmonares o incluso la presencia de cáncer de estómago podrían ser diagnosticados a través del aliento.
Lo que queda por ver es si los contenidos metabólicos de la respiración varían bastante entre las personas y lo suficientemente poco dentro de un individuo, para actuar como una verdadera y repetible «huella de aliento».
Por ahora el equipo está dando pasos hacia el objetivo, en colaboración con los neumonólogos para detectar signos de enfermedades pulmonares como el asma, la sarcoidosis (una afección autonimune de causas desconocidas) y el cáncer en el aliento.
Los resultados del estudio se publicaron en la revista Plos One