Un equipo de Japón y Holanda asegura que el estudio realizado durante 10 años prueba la seguridad del primer stent coronario completamente biodegradable fabricado con ácido poli l-láctico, comenta el Dr. Kunihiko Kosuga, del Centro Médico para Adultos de Shiga.
Aunque aclara que antes de que ese uso sea de rutina, se debe confirmar que el stent coronario completamente biodegradable fabricado con ácido poli l-láctico no tiene efectos secundarios críticos durante toda su biodegradación.
Los resultados surgen de un estudio observacional sobre 50 pacientes con 63 lesiones tratadas de manera electiva con 57 implantes de 84 stent coronarios biodegradables del stent coronario completamente biodegradable fabricado con ácido poli l-láctico.
En 48 pacientes estudiados durante más de 10 años se registró una muerte cardíaca, seis muertes no cardíacas y cuatro infartos agudos de miocardio.
Esta elevada tasa de supervivencia demuestra la seguridad del stent en el largo plazo.
En el proceso de biodegradación, que demora entre uno y tres años, la revascularización meta de la lesión/vaso casi se estabilizó, lo que sugiere que el proceso de biodegradación del PLLA no está asociado con un aumento del riesgo de complicaciones clínicas.
A los cinco años, la tasa de revascularización meta fue del 18%, lo que es comparable con los resultados que se obtienen con los stent de metal (BMS, por su nombre en inglés). Y creció al 28% a los 10 años, pero eso podría atribuirse a un nuevo avance de la aterosclerosis.
Hubo dos casos de trombosis definitiva, pero una estuvo asociada con el uso de un stent liberador de sirolimus implantado por una lesión cercana a un stent Igaki-Tamai.
El equipo concluye: que: las tasas aceptables de las principales complicaciones cardíacas y similares a las de trombosis con stents de metal y definitivas sin retroceder con el stent o la remodelación vascular sugieren que el uso del stent Igaki-Tamai es seguro en el largo plazo.
El Dr. Ron Waksman, del Hospital de Washington, indicó que los próximos stents incluirán tecnología que el organismo puede absorber, y agregó que el seguimiento durante 10 años demuestra que los stent podrían absorberse sin problemas de seguridad.
Fuente: Circulation