Síndrome de la vida ocupada

El principal motivo del padecimiento se debe a la vida frenética que llevamos, donde las múltiples ocupaciones son cosa corriente tanto en el trabajo como en el ambiente familiar

El ritmo vertiginoso de la vida laboral del siglo XXI impulsa nuevas formas de desarrollo profesional y liderazgo, pero también es la causa de nuevas enfermedades y síndromes relacionados con el estrés que afectan a un grupo de la población cada vez más joven.

El Síndrome de la Vida Ocupada, se refiere a un conjunto de síntomas como el estrés y la falta de memoria,  que se caracteriza por afectar a jóvenes profesionistas.

Es frecuente olvidar las llaves de casa, perder los lentes, olvidar la letra de nuestra canción favorita, todo esto puede ser resultado de vivir el día a día pegado a una agenda, dependiente del reloj y siempre con el teléfono móvil a la mano. 

Especialistas escoceses del CPS Research en Glasgow Escocia, acuñaron el término “Busy Lifestyle Syndrome”  para referirse a los problemas de concentración que padecen muchos jóvenes profesionistas que viven bombardeados por un constante flujo de información de internet, televisión y radio y redes sociales que tienen trabajos de gran estrés y una situación hogareña tensionante.

Básicamente, entre más estímulos y presiones externas encontramos, es más probable que olvidemos cosas, el cerebro se ha hecho mucho más selectivo sobre las cosas que compromete o no a la memoria.

Según los expertos, la desmemoria, un proceso normal del cerebro, parece estar afectando a gente cada vez más joven como resultado de una atención hiper fragmentada, los especialistas remarcan no estar hablando de casos graves de olvido que pueden ser indicativos de trastornos y demencia real, sino de personas que siempre tienen  dificultad para recordar cosas básicas como nombres o caras y cuyos descuidos afectan el desarrollo de sus vidas diarias.

Este síndrome, va de la mano con otros padecimientos laborales como el Burn Out, puede significar que cada vez somos más distraídos porque el cerebro tiene dificultades para lidiar con los flujos de información modernos.

Las siguientes acciones diarias pueden evitar sobrecargar al cerebro de información.

No pretender hacer más de lo que se puede hacer en un día.  Haz una lista de prioridades y reorganiza tu agenda.
Ten espacios de “nada”  donde puedas escuchar un poco de música o meditar, es decir, realmente desconectar tu cerebro.
Cuida tu descanso: no olvides tener una rutina fija de sueño de al menos siete horas diarias.
En el trabajo lo que es del trabajo y en casa lo que es de casa. Trata de evitar que se mezclen los problemas de ambos aspectos de tu vida.
Desconéctate: apaga tu celular, cierra el mail, desconecta la computadora para reducir los niveles de estrés, cuando no estes trabajando.
Haz ejercicio para liberar la tensión acumulada.
No te aísles: no dejes que el trabajo te quite tiempo con tu familia y amigos. Muchas veces dejamos lo importante para atender lo urgente.

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