¿Sientes con frecuencia las piernas cansadas?

¿Alguna vez te has preguntado porque te cansas tanto? ¿Por qué cuando acabas de levantarte sientes las piernas doloridas y cansadas?

Las posibles causas de sentir las piernas cansadas: puede ser la acumulación de líquido entre las células debido al sedentarismo, a ciertos medicamentos, la menstruación, el embarazo, una alimentación inadecuada, a posibles trastornos venosos, o a disfunciones en la glándula tiroides.

Sentir las piernas cansadas no siempre es por exceso de peso o retención de líquidos, cuando se habla de “piernas cansadas”, “pesadas” o “hinchadas” en realidad se habla de un problema muy común en las mujeres: el edema, que es la acumulación excesiva de líquido seroalbuminoso en el tejido celular que se caracteriza por un aumento en el grosor de las piernas. Su crecimiento se debe a distintas variables, el edema es el síntoma de una enfermedad mayor.

Las señales a tener en cuenta son:

Calambres: es un síntoma clave en la aparición de edemas, en la mayoría de los casos, éstos preanuncian un edema, pueden suceder durante un entrenamiento físico o en un período de descanso. En ocasiones una posición incómoda sostenida por mucho tiempo puede ser la causa principal de esta molestia.

Pesadez: probablemente el calor y la presión atmosférica produzcan una sensación de pesadez en los miembros inferiores del cuerpo, también se debe al mal funcionamiento de los líquidos sanguíneos de los vasos y arterias.

Cansancio: actualmente, la rutina diaria produce un cansancio corporal generalizado, pero si el agotamiento continúa a pesar del descanso, aumentan las probabilidades de que esa sensación sea una señal de alerta.
Las causas más frecuentes del edema son:
Insuficiencia venosa.  Este trastorno se presenta cuando existe una dificultad en el retorno venoso sanguíneo. La sangre de las venas retorna al corazón mediante dos sistemas comunicados entre sí. Cuando este proceso fisiológico se altera, se produce la insuficiencia venosa.

Menstruación. Durante el período menstrual, las modificaciones hormonales  desatan innumerables procesos entre los cuales se encuentra el edema de piernas.

Embarazo. Al igual que en la menstruación, durante los 9 meses de gestación el cuerpo se acomoda a su nuevo estado y produce modificaciones. Una solución posible e inocua para el bebé, consiste en acostarse de costado con las piernas elevadas en un ángulo de 45 grados.

Sedentarismo e inmovilidad. Al caminar o al correr, los músculos de las piernas trabajan y ayudan a la circulación sanguínea. Si estos músculos están inactivos o se usan muy poco, el viaje de la sangre se dificulta y aparece la hinchazón. Un ejemplo claro es un largo viaje en tren, en avión o en auto.

Medicamentos. A veces, la ingesta de algunos fármacos (para combatir la hipertensión, antidepresivos, hormonas, antiinflamatorios) genera edemas como efecto colateral.

 Alta concentración de sal en el organismo debido a la ingesta de comidas muy saladas.

Obesidad. Cuanto mayor es el peso que las piernas sostienen, mayor es la posibilidad de que se inflamen y duelan.

Otras causas. Trastornos en la glándula tiroidea. El exceso o la escasa actividad de la tiroides puede trastocar los índices de proteínas en la sangre y afectar  la circulación de los fluidos dentro y fuera de los capilares y vasos.

Alergias, quemaduras, infecciones e inflamaciones. Estos cuadros repercuten en el volumen sanguíneo del área inferior del cuerpo y producen un desfasaje sanguíneo que provoca el edema.

Tratamientos
DIURETICOS: En los casos más leves, los diuréticos suministrados bajos prescripción médica son suficientes.
FISIATRÍA: es uno de los métodos auxiliares que más ha contribuido al mejoramiento del edema. Los resultados muestran que las piernas se deshinchan con mayor celeridad si el tratamiento se realiza en combinación con esta terapia. En pocas sesiones (no más de 40 minutos cada una) se empiezan a notar los resultados.
MEDIAS ELÁSTICAS: dan buenos resultados en el tratamiento de los edemas simples. Son fáciles de conseguir y respetan los cánones de la estética actual.

La mejor manera de reconocer un edema es recurrir a un test casero. Presione la piel de la pierna con su dedo índice, mantenga un segundo y suelte. Si al retirar su dedo, la piel queda en desnivel y permanece la marca de su dedo, entonces hay edema, es momento de consultar a su médico.

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