Una encuesta reciente encontró que el 70 % de las mujeres ha tenido un problema de salud sexual, y el 22 por % está muy preocupada al respecto.
Se define como problema de salud sexual : falta de deseo sexual, incapacidad para excitarse sexualmente, incapacidad para tener un orgasmo, dolor durante el coito, resequedad vaginal o un deseo sexual excesivo.
De las mujeres que informaron tener un problema de salud sexual 44% señalaron que esto afectaba sus relaciones románticas, 33% que deterioraba su autoestima y 42% dijo que alteraba su salud mental. Los problemas de salud sexual también causan gran estrés y ansiedad en el 66 % de las encuestadas, afectan los patrones de sueño en el 28 % y el peso en el 25 %.
Cuando querían informarse sobre los problemas de salud sexual, un 35 % usaba Internet y el 32 % hablaba con su pareja. Aunque muchas mujeres señalan que se sienten más cómodas si hablan sobre este problema, apenas el 18 % consulta un médico cuando tiene un problema de salud sexual.
La encuesta fue encargada por el Centro Nacional de Información sobre la Salud de la Mujer (NWHRC, por sus siglas en inglés) y la Asociación de Profesionales de la Salud Reproductiva (ARHP).
En vista del número de mujeres que experimenta problemas de salud sexual, es importante ofrecerles información precisa e imparcial sobre las afecciones que podrían afrontar a lo largo de su vida. Afortunadamente, muchos problemas de salud sexual se pueden abordar de manera exitosa a través de la educación, cambios en el estilo de vida, asesoramiento y tratamiento, y por tanto se debe animar a las mujeres a hablar con su pareja y su médico.
Actualmente los médicos cuentan con más recursos que antes para ayudar a las mujeres a comprender y a maximizar la salud de su sexualidad a lo largo de los años, destacó la Dra. Beth Jordan, directora médica de ARHP. Para cualquier mujer resulta vital entender los aspectos básicos de su respuesta sexual, así como el conjunto de factores, con frecuencia emocionales, que impactan sobre el disfrute de su sexualidad.
FUENTE: National Women’s Health Resource Center