La rosácea es una condición inflamatoria, crónica y progresiva de la piel. Se presenta principalmente entre los 30 y los 60 años de edad. Se le conoce también como el «acné del adulto». Sin embargo, la rosácea, no es acné, sino un padecimiento que produce enrojecimiento e hinchazón de la piel.
Los síntomas iniciales de la rosácea se parecen mucho a los que produce una quemadura de sol o alergia. Es por ello que con frecuencia el paciente, con rosácea no se percata de que tiene una condición tratable.
Fases de la rosácea
- La rosácea puede ser leve, cuando la persona tiene una tendencia a ruborizarse con facilidad. En estos casos hay enrojecimiento en el centro de la cara que aparece y desaparece. Este se debe a venas dilatadas cerca de la superficie de la piel.
- En la moderada, además del enrojecimiento, puede haber abscesos rojos en nariz, frente y barbilla.
- Los casos de rosácea severa ocasionan que las glándulas sebáceas en la nariz y mejillas se tornen más grandes. Esto lleva al enrojecimiento de la piel y a la formación de protuberancias
Causas
Se desconoce la causa de la rosácea. Sin embargo, una persona tiene mayor probabilidad de padecer este trastorno de la piel si presenta ciertas características. Entre ellas figura ser mujer de tez clara y sonrojarse con facilidad.
La rosácea puede asociarse con otros trastornos de la piel como el acné y los ojos, como blefaritis y queratitis.
Diagnóstico
El diagnóstico, así como el tratamiento debe estar a cargo de un dermatólogo. El médico generalmente lo establece mediante una historia clínica detallada.
Complicaciones
Entre las principales complicaciones figuran cambios permanentes como agrandamiento y enrojecimiento de la nariz. Otro efecto negativo de la rosácea tiene que ver con la parte emocional. Y es que los pacientes suelen ver su autoestima severamente afectada debido a su aspecto.
Tratamiento
No existe cura para la rosácea. Sin embargo es posible controlar el padecimiento y evitar sus complicaciones. El tratamiento, consiste principalmente en identificar y evitar todos los desencadenantes para reducir la exacerbación de los síntomas.
Se recomienda que las personas usen bloqueador solar y eviten exponerse al calor intenso. El ejercicio vigoroso también puede desencadenar el enrojecimiento por lo que se recomienda no realizarlo en exceso. También se sugiere reducir la ingesta de bebidas calientes y alcohólicas, así como alimentos muy condimentados. El frío excesivo también puede desencadenar el enrojecimiento por lo que se recomienda evitarlo.
En algunos casos se administran antibióticos orales. Lo más usados son la tetraciclina, la minociclina y la doxiciclina por vía oral. También funciona el metronidazol aplicado sobre la piel.
Los antibióticos orales (como la tetraciclina, la minociclina o la doxiciclina) o los antibióticos tópicos (como metronidazol) aplicados en la piel de la cara pueden contralar las erupciones cutáneas.
En casos graves, la cirugía láser puede ayudar a reducir el enrojecimiento. La resección quirúrgica del agrandamiento del tejido nasal puede también mejorar la apariencia estética del paciente.