Uno de los procedimientos quirúrgicos más solicitadas para contrarrestar los efectos del paso del tiempo, es la ritidectomía, mejor conocida como estiramiento facial. El Dr. Jeffrey Resnick, cirujano plástico del Vail Valley Medical Center, revela que hoy en día la técnica es muy diferente que hace 10 o 20 años. Anteriormente la tendencia era retirar tejido, mientras que e la actualidad se opta por agregar tejido en el rostro donde se necesita. Generalmente lo que se coloca es tejido adiposo, es decir grasa, que se saca de zonas del cuerpo donde existe exceso como el abdomen o la cara externa de los muslos, principalmente en el caso de las mujeres.
Otra novedad hoy en día en el estiramiento facial es el trabajo quirúrgico que se realiza en las capas que se encuentran por debajo de la piel, como es el caso de los músculos. Se modifican los músculos de la mitad de la cara y también se levantan los del cuello. Todo con la finalidad de que la persona tenga una apariencia muy natural después de la cirugía.
No existe una edad ideal para realizar la ritidectomía, depende del tipo de piel y de las necesidades de cada individuo y puede considerarse a partir de los 50 años de edad obteniendo excelentes resultados, aunque con las técnicas actuales para mitigar las líneas de expresión, es factible retrasar el estiramiento facial.
El Dr. Resnick explica que un mes después de una ritidectomía la persona suele obtener entre entre el 75 y el 80% del resultado de su estiramiento facial.
Los beneficios de la ritidectomía duran entre 7 y 15 años dependiendo del tipo de piel y de los cuidados que tenga la persona después de su estiramiento facial.