La ‘fiebrefobia’ o el miedo de algunos padres a que aparezca el síntoma de fiebre en sus hijos pequeños puede suponer riesgos para la salud del menor, relacionado con el uso de antipiréticos o antitérmicos, que no son tan eficaces como se cree.
Así opina el Dr. Ramón Ugarte, pediatra del Centro de Salud Olaguibel en Madrid España.
Para los pediatras es clave que los padres reciban educación sobre qué es la fiebre y cómo hay que tratarla, se aconseja hablar a las familias de la necesidad de usar analgésicos y no de antipiréticos.
Además, los padres deben saber que hay que tratar el dolor o las molestias que causan la fiebre y no la fiebre en sí misma, que los padres sepan que la fiebre es una respuesta del organismo para hacer frente a las infecciones y deben conocer que las convulsiones sólo se presentan en 4 de cada 100 casos.
La tos aguda es también causa frecuente de consulta en pediatría y es otro de los temas a debatir pues muchas veces se trata de un síntoma molesto que dificulta el descanso tanto de niños como de mayores y se intenta buscar una solución administrando algún fármaco que alivie estas molestias, la variedad de fármacos disponibles y su fácil dispensación, pues muchos no requieren receta, hace que sean vistos como fármacos seguros y de uso habitual. El problema, es que no se conoce la eficacia de estos fármacos, pero sí algunos de sus efectos adversos, como las arritmias o los trastornos cardiovasculares.
Como ocurre con la fiebre, la educación en el tema de salud de las familias es fundamental para el tratamiento de la tos, se aconseja que el niño con tos por procesos catarrales esté perfectamente hidratado, que se favorezca la humidificación del ambiente y que se eviten los espacios con humo.