Altos niveles de plomo y cadmio reducen la fertilidad

El plomo puede entrar en el agua potable a través de la corrosión de las tuberías, esto es más común que ocurra cuando el agua es ligeramente ácida

Los altos niveles en sangre de cadmio en las mujeres y de plomo en los hombres pueden dificultar que las parejas conciban, sugiere una investigación reciente realizada por la Dra. Germaine Buck Louis, directora de la división de investigación en epidemiología, estadísticas y prevención del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano de EUA.

El cadmio es un metal que se usa en las pilas, los recubrimientos de metal y los plásticos, pero la fuente más común de exposición al cadmio es el humo de los cigarrillos. Entre las fuentes comunes de exposición al plomo en EUA, se hallan las pinturas con base de plomo en las viviendas más antiguas, la cerámica con terminado de plomo, y la tierra y el agua contaminadas.

La exposición a estos metales tóxicos conlleva una serie de efectos para la salud, pero no se había examinado su impacto sobre la fertilidad de las personas.

El nuevo estudio incluyó a 501 parejas de Michigan y Texas que intentaban concebir, a las parejas se les dio seguimiento durante hasta un año, o hasta que se confirmara un embarazo, las mujeres tenían de 18 a 44 años, y los hombres eran mayores de 18.

Usando medidas estadísticas de la concentración de los metales en la sangre de los participantes, los investigadores hallaron que, en las mujeres, las probabilidades de embarazo se reducían en 22%  por cada aumento de concentración de cadmio en la sangre. En los hombres, las probabilidades de concebir se reducían en 15%  por cada aumento de la concentración de plomo en la sangre.

El estudio se publicó en la revista Chemosphere.

Los hallazgos resaltan la importancia de evaluar la exposición de la pareja en conjunto, en una sola medida combinada. Los hombres son importantes, porque las probabilidades de embarazo de la pareja en cada ciclo se reducen con una creciente concentración de plomo en sangre en los hombres.

Fuente: U.S. National Institutes of Health

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