La Dra. Custodia García Jiménez y su grupo de investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos, en Madrid España, hallaron las claves moleculares que aumentan la actividad de una proteína llamada β-catenina, íntimamente relacionada con la progresión tumoral, e identifican a los niveles altos de azúcares como estímulos responsables.
Los aumentos en la actividad de la β-catenina representan uno de los factores más frecuentes en desarrollo de cáncer, los azúcares, necesarios en cantidades moderadas, pueden causar daño si alcanzan niveles elevados en la sangre, los datos epidemiológicos reflejan que la frecuencia de ciertos tipos de cáncer puede llegar a ser el doble en poblaciones con niveles elevados de azúcar en sangre como los obesos o los diabéticos.
El estudio titulado «Glucose induced β-catenin acetylation enhances wnt signaling in cáncer», se publico en la revista Molecular Cell, explica como la obesidad y la diabetes predisponen a padecer cánceres tan comunes como el de colon o tan fulminantes como el de páncreas, y desvela los cambios inducidos en la β-catenina por los excesos de azúcar y las enzimas responsables para que aumente el riesgo de padecer cáncer, los científicos, han encontrado que los mecanismos moleculares por los que los altos niveles de azúcar anormales aumentan la proliferación celular, son los mismos en células tumorales de intestino delgado, mama, ovario, páncreas, colon u otros, abriendo, ante estas evidencias, nuevas vías para el desarrollo de estrategias de prevención y terapéuticas encaminadas a reducir el riesgo de cáncer en la población.
Los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) son demoledores: Uno de cada tres niños padece obesidad infantil, un dato muy preocupante si se tiene en cuenta que la obesidad además de conllevar muchas otras complicaciones de salud predispone a padecer diabetes y ambas a padecer cáncer.