Se llama zurdos a aquellas personas que tienen tendencia natural a utilizar preferentemente el lado izquierdo de su cuerpo, ya sea la mano o el pie.
Un niño zurdo, hasta la adolescencia, no suele darse cuenta de que muchos de sus problemas cotidianos, como ejercitar su motricidad fina en la escuela, se deben a su condición de zurdo. Suele tener mucho más habilidad al manejarse con la mano izquierda, o con la pierna izquierda, que con la derecha. Normalmente, escribirá con la mano izquierda y también realizará otras actividades de la vida cotidiana.
Las personas que usan preferentemente la mano derecha son diestras, mientras que las que usan indistintamente las dos manos o piernas son ambidiestras.
Se debe tener en cuenta que el niño zurdo debe ser estimulado desde pequeño para poder desarrollar las destrezas que el está desarrollando. Las destrezas deben ser desarrolladas por las maestras, en el pre-escolar, es necisario estimular los músculo adecuados y de forma correcta, teniendo en cuenta que debe ser a favor del alumno no de la maestra.
Los estudios indican que el fenómeno es más común en los varones que en las mujeres. Hay más zurdos varones (13%) que mujeres (9%), sin que se conozca la causa.
Las notas en el Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci están en escritura especular. En general, un zurdo se maneja mejor con la pierna izquierda y su lado izquierdo es más sensible. Oye mejor con el oído izquierdo, ve mejor con el ojo izquierdo y su visión espacial se orienta por la izquierda. Tiene más sensación táctil en la parte izquierda del tronco. En una tarea en la que son necesarias las dos manos, un diestro tiende a usar la mano derecha como dominante y la izquierda de apoyo, justo al revés que un zurdo. Por eso voltear, cargar un peso o manipular es distinto para ambos.
El individuo desarrolla más su hemisferio derecho por herencia. Un grupo de investigadores de la Universidad de Oxford descubrió que el gen LRRTM1 es determinante para que una persona sea zurda.
Como todo rasgo particular, albinismo, enanismo, etc., ser zurdo desde la época antigua ha alimentado numerosas supersticiones y por extensión ha entrañado persecuciones. A lo largo de la historia, ser zurdo ha sido considerado algo negativo; la palabra latina sinister quería decir ‘izquierda’, precisamente la palabra «siniestro», que también significa ‘zurdo’ («a diestra y siniestra») tiene unas connotaciones negativas que todo el mundo conoce. A los niños zurdos se les ataba la mano izquierda a la espalda para que aprendieran a escribir con la derecha. Se habla así, en Francia, de «zurdo contrariado» para calificar a un individuo naturalmente zurdo, pero que se le ha obligado a volverse diestro.
Hasta el día de hoy, es tabú comer con la izquierda. Ofrecer un apretón de manos con la izquierda o saludar con la izquierda puede considerarse un insulto grave. De algún modo, se puede considerar que, debido a este tabú, en algunos países árabes los zurdos no son bien vistos.