La OMS y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EUA, han descubierto más de 100 enfermedades infecciosas que afectan a los seres humanos y a los animales, y que recientemente han aumentado o que muestran una tendencia a aumentar bien sea el rango geográfico de presencia
y/o la actividad epidémica y/o la gravedad. En los últimos 25 años, por ejemplo, han aparecido más de 30 nuevos microorganismos, algunos de ellos causantes de enfermedades mortales, entre tanto muchas enfermedades comunes han reaparecido y se han propagado con rapidéz después de períodos en los que ya no se consideraban problemas de salud pública.
En los 30 últimos años, se han identificado una serie de enfermedades catalogadas como emergentes la mayoría de las cuales tienen un origen infeccioso e incluyen enfermedades bacterianas (enfermedad por Legionella, enfermedad de Lyme, Campilobacteriosis, Helicobacter Pylori),
virales(VIH, Ébola, virus de de las hepatitis B y C, parasitarias (Criptosporidiosis, Ciclospora) y otras de difícil clasificación como las encefalopatías espongiformes.
Muchas de estas enfermedades son a menudo de origen zoonótico resultado de la transmisión a humanos de patógenos de especies animales. Este tipo de diseminación se presenta frecuentemente
como consecuencia de cambios ecológicos facilitados por factores sociales o demográficos o bien como consecuencia de avances tecnológicos. En efecto cuando en una población ocurren cambios significativos en el medio ambiente o en la tecnología, hay consecuencias.
Algunas de estas consecuencias pueden ser pequeñas y otras enormes.
Algunos de los factores que se identifican como predisponentes para la aparición de enfermedades emergentes son:
Cambios demográficos o de comportamiento – Acceso al agua potable, millones de personas mueren anualmente de enfermedades transmitidas por agua contaminada.
En muchos países la recolección y manejo de la basura es inexistente o inadecuada.
La revolución sexual, que implica cambios en las prácticas sexuales, como el numero de parejas sexuales, el uso o no del condón, en muchos casos por motivos religiosos, el uso simultaneo de alcohol y otras drogas, se han convertido en factores que impactan directamente la transmisión de muchas enfermedades.
El número cada vez mayor de migrantes a nivel mundial, legales o ilegales es una práctica común cuyas tendencias se reflejan en cambios demográficos en múltiples países. Plantean formas nuevas de transmisión de enfermedades y dan lugar a la necesidad de implementar medidas preventivas y terapéuticas locales e internacionales.
La resistencia a los antibióticos se ha convertido en un problema global de salud pública, debido en parte a su uso indiscriminado. La OMS reconoce que las cepas fármaco-resistentes tienen impacto muy significativo en el control de la tuberculosis, el paludismo, el cólera, la diarrea y las neumonías. Muchos antibióticos se utilizan para tratar infecciones contra las cuales no están indicados, se administran a dosis inadecuadas y durante un período de tiempo incorrecto.
La convergencia de seres humanos y huéspedes animales y reservorios y especies de vectores dentro de los ecosistemas pueden propiciar alteraciones en la transmisión de algunas enfermedades emergentes como son:
Infecciones transmitidas por mosquitos (dengue, paludismo).
Infecciones relacionadas a ingesta de alimentos (bacterias coliformes, cólera, campilobacteriosis).
Infecciones transmitidas por contaminación del agua (cólera, criptosporidiosis).
Infecciones transmitidas por garrapatas (incluyen las causadas por bacterias como la enfermedad de Lyme, la tularemia o la fiebre recurrente, los virus como la fiebre por garrapatas o los protozoarios como la babesiosis.
Infecciones transmitidas por moluscos (esquistosomiasis).
Infecciones por picadura de insectos hematófagos (leishmaniasis, bartonelosis)
La frecuencia de enfermedades emergentes o re-emergentes se ha acelerado actualmente, acortando los tiempos de contagio e incrementando las posibilidades de exposición a los mismos.
Los flujos de población dan lugar con mayor frecuencia a cambios demográficos que alteran de distintas maneras el ecosistema natural y favorecen un mayor contacto entre humanos y animales.
De esta forma un número importante de enfermedades emergentes están relacionadas con zoonosis.
El aumento en la pirámide poblacional de personas adultas mayores expuestas al desarrollo de enfermedades crónico degenerativas o trasplante de órganos, da lugar a un estado de inmunosupresión que se convierte a su vez en terreno fértil para la diseminación de nuevas enfermedades o bien que re-emergan padecimientos que se consideraban como erradicados o controlados.
Las enfermedades emergentes o re-emergentes tienen en general una alta mortalidad, por lo que requieren ser identificadas en forma rápida y ser motivo de reporte local e internacional. Esto tiene como objetivo el tratar de desarrollar medidas preventivas y terapéuticas con la mayor rapidez posible.