Las prostitutas o sexoservidoras son 14 veces más propensas a contraer VIH-SIDA que una persona sexualmente activa convirtiéndose en el grupo más vulnerable y elevando las cifras de riesgo en los países de medianos y bajos ingresos.
La prostitución o sexoservicio ha sido considerado como uno de los trabajos más antiguos de la historia, pero probablemente hemos sido ajenos al peligro que normalmente suelen estar sometidas, hasta el día de hoy. Un estudio realizado por la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg en Baltimore EUA, reveló que las mujeres dedicadas a la prostitución y los grupos de personas que se inyectan drogas son los más vulnerables a padecer de la epidemia global del VIH-SIDA.
En total son más de 50 países que han sido sometidos a una minuciosa investigación en el que se valoraron los datos de unas 100.00 prostitutas. Las condiciones de las sociedades obedecían a patrones de mediana y baja economía 14 países de Asia, 11 en América Latina, 21 en África y 4 en Europa.
En cifras, las mujeres que ejercen el sexoservicio alcanzan hasta un 11,8% de probabilidades de contagio, 14 veces más que el resto de la población femenina en edad fértil. Las tasas de infección más altas se registran en el continente asiático, mientras que el índice más bajo se presenta en el Caribe y América Latina.
Recientemente, el Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA estimó que menos del 50% de prostitutas en el mundo participan en programas de prevención y protección contra el VIH.