Los hallazgos del estudio encabezado por la Dra. Melissa Mary Blatt, del Departamento de Asuntos Veteranos del Sistema de Salud de New Jersey en EUA, mostró el porqué sucede la migraña temporal por comer helados o bebidas muy frías podría desarrollar tratamientos para la migraña crónica y otros padecimientos que provocan dolor de cabeza.
Y es que los amantes de los helados saben que este delicioso postre puede ocasionar lo que informalmente se conoce en inglés como brain freeze, o congelación cerebral, una migraña pasajera que sucede al tragar una buena cantidad de materia fría de un sólo bocado.
Hasta ahora, las causas que provocan esta reacción preventiva del organismo habían permanecido en el misterio, tanto para dolientes del helado como para científicos del campo.
El nuevo estudio, difundido en la Conferencia Anual de Biología Experimental 2012, en San Diego, California, propone una respuesta que puede significar nuevos tratamientos para otras condiciones más serias, como la migraña y el trauma cerebral.
Encontraron a 17 voluntarios que estuvieran dispuestos a provocarse un brain freeze, cada uno tomó sorbos de agua extra fría mediante una pajilla, apuntando siempre a la parte superior de la mandíbula.
Mientras los labios sorbían el líquido, los cerebros de los voluntarios fueron monitoreados mediante una sonda transcraneal Doppler, que capta los cambios en el flujo arterial, los investigadores fueron capaces de apuntalar los cambios en la actividad cerebral en el preciso momento en que sucedía la migraña, comparándolos con las señales tomadas de sujetos que bebieron agua a temperatura ambiente.
El equipo de investigadores, encontró que justo después del congelamiento la arteria cerebral anterior se abrió para bombear sangre extra al cerebro, esta arteria es una de las dos encargadas de brindar sangre a los lóbulos frontales, donde los voluntarios reportaron el mayor dolor de cabeza. Esta respuesta podría ser la función de nuestro organismo para mantener irrigado al cerebro con sangre caliente después de someterlo a un cambio brusco de temperatura fría. Los científicos proponen que el dolor puede surgir a partir de la presión excesiva generada por esta rápida dosis de sangre en la estrecha cavidad craneal.
De esta manera, mientras el bazo se contrajo a su diámetro normal, el dolor cesó.
Una inducción similar de sangre, puede ser también parcialmente responsable de las migrañas y los daños por trauma cerebral, entre otros males. Si este resulta ser el caso, nuevos tratamientos que prevengan esta rápida dilación de vasos sanguíneos podrán ser la clave para mitigar el dolor ocasionado por diversos dolores de cabeza.