Frutos secos como las almendras, avellanas, castañas, nueces y pistachos ayudan a mantener un bajo índice de masa corporal y a disminuir factores de riesgo para diversas patologías, aseguran especialistas en nutrición.
Un grupo de nutriólogos encabezados por Carol O’Neil de la Universidad Estatal de Louisiana en EUA, detallan que incorporar estos alimentos en la dieta diaria mejora el perfil nutricional y brinda ventajas para la salud. Los frutos secos, entre otros efectos, contribuyen a mantener una buena figura, subir la concentración de colesterol bueno (HDL o colesterol de alta densidad) y bajar el nivel de proteína C-reactiva, un compuesto asociado a diversas enfermedades crónicas.
Los frutos secos deben ser parte integral de una dieta sana y los profesionales de la salud, especialmente los nutricionistas, tienen que recomendar a sus pacientes que los incorporen,
Para llegar a dichas conclusiones los investigadores trabajaron con 13.292 hombres y mujeres que contestaron una amplia serie de preguntas, incluyendo su consumo de frutos secos, alimentación general y estado de salud, los participantes que consumían frutos secos mostraron una prevalencia 5% menor del síndrome metabólico, una condición que implica una serie de factores de riesgo para padecer diabetes tipo 2, cardiopatía coronaria y accidente cerebrovascular.
Los voluntarios mostraron un riesgo menor de tener obesidad abdominal, hipertensión arterial, alto nivel de glucosa en sangre en ayuno y colesterol malo (LDL o lipoproteína de baja densidad).
Uno de los hallazgos más interesantes es que las personas que consumieron frutas secas tenían un menor peso corporal así como un índice de masa corporal y una circunferencia de cintura más bajos,
Lo ideal, dicen los especialistas, es comer alrededor de 40 gramos de frutos secos por día.