¿Por qué las mujeres son infieles?

Es muy difícil descubrir la infidelidad femenina, pues el hombre, con la idea de que es lo mejor para su mujer y que no hay nadie como él, rechaza la idea

La mejor definición de infidelidad es el mantener secretos dentro de una relación íntima, dijo el terapista Robert Weiss.

Es un hecho, sin embargo, que es casi  igual el  número de mujeres infieles que el de hombres, y es lógico: para una infidelidad se necesitan (al menos) dos personas.

Las razones por las que ambos sexos son infieles son distintas, en general, los hombres son infieles al ser excitados por imágenes mentales, objetizando partes del cuerpo. Las mujeres tienden a ser infieles cuando se crea cierto tipo de conexión  emocional o romántica. Por eso es que se cree que la infidelidad femenina es peor que la masculina.

En una encuesta realizada en Londres por Undercover Lovers a 4000 de sus miembros, a 2000 hombres y 2000 mujeres, el 76% de mujeres dijo que todavía amaba a sus esposos y un 57% que amaba al otro hombre. ¿No suma 100%, verdad? eso significa que las mujeres infieles tienden a sentirse más cómodas con su comportamiento cuando experimentan o al menos perciben sentimientos de amor.

Pero en la misma encuesta, 67% de los hombres infieles dijeron que aún amaban a sus esposas (nuevamente, un porcentaje similar al de las mujeres) aunque sólo un 27% afirmó que amaba a sus amantes. La diferencia con respecto a las mujeres se debe a que los hombres tienen menos necesidad de sentir un lazo afectivo con la amante que las mujeres que tienen el mismo comportamiento.

Las razones más comunes por las que una mujer es infiel a un hombre son las siguientes:

•Se siente abandonada, ignorada o no apreciada. Una mujer que se siente más como un ama de casa, proveedora financiera o nana más que esposa o novia es más propensa a ser infiel al encontrar una situación en la que se le preste atención y aprecio por quién es más que por la función que cumple.
•Tiene baja autoestima. Las mujeres que sufren de baja autoestima crónica o desórdenes de conducta (algún trauma infantil o abandono) tienden a buscar aprobación a través de la actividad romántica o sexual. El ser perseguida sexualmente es una manera para estas mujeres de sentirse valiosas, deseables, queridas, necesitadas y/o amadas.
•Tiene suficiente sexo, pero necesita más intimidad. Las mujeres se sienten más valiosas y conectadas a su pareja sentimental, al contrario de los hombres, a través de la interacción emocional no sexual como el tocar, besar, abrazar, recibir regalos, ser recordada y por sobre todo por la comunicación afectiva. Las mujeres que no tienen este tipo de intimidad en ocasiones la buscan en algún otro lado a través de relaciones sexuales y/o románticas. Estas mismas mujeres pueden incurrir en comportamientos impulsivos o adictivos como el comer o comprar compulsivamente para compensar el vacío que sienten.
•Quiere venganza. Una mujer que siente que ya no tiene ningún tipo de poder en su relación puede usar el sexo con alguien más como una manera de revancha. Para las mujeres cuyo esposo o pareja ha destruido su confianza de alguna manera (infidelidad, mentira, grandes gastos inútiles, la venganza a través del romance o sexo algunas veces es una opción.
•Está sola. Las mujeres que se encuentran mucho tiempo solas en casa al cuidado de niños pequeños, o aquellas que ya tienen hijos independientes, que a veces se sienten poco importantes por haber perdido el sentido de su vida, pueden usar las aventuras y lazos sexuales para llenar el vacío que sienten. Las mujeres que tienen esposos o parejas que no están presentes por  largo tiempo debido al trabajo (militares o pilotos aviadores por ejemplo) pueden intentar llenar de esta manera su vacío.
•Está extremadamente aburrida. Algunas veces las mujeres extrañan la emoción de los primeros días de la relación. Extrañan el flujo de dopamina u oxitocina provocada por el nuevo romance y el pensar en otra persona las 24 horas del día.
•No tiene el sexo suficiente para satisfacer sus necesidades. Las mujeres adultas saludables disfrutan en su totalidad el buen sexo. Disfrutan el acto físico tanto como los hombres y además disfrutan el sentirse queridas, necesitadas y deseadas. Las mujeres no son mártires; una relación sin sexo puede no ser aceptable para algunas, incluso aunque la falta de interacción sexual se deba a problemas médicos del esposo, por ejemplo.
•Quiere escapar. En las relaciones problemáticas, puede ser más fácil encontrar una salida rápida que trabajar en la relación actual. Más que terminar la relación de manera proactiva, algunas mujeres inician una relación paralela, dando de este modo a su pareja una razón para terminar.
•Está terminando con alguien pero no quiere estar sola. Si una mujer ve que su relación actual ya no funciona, puede comenzar una o varias nuevas, asegurándose así que haya alguien esperándola una vez que termine su relación oficial.
•Es adicta al sexo o a las relaciones. Algunas mujeres con problemas emocionales se envuelven en un torbellino de sexo y romance (que a menudo involucra alcohol y/o drogas) como manera de controlar sus necesidades emocionales. Estos problemas de comportamiento son frecuentemente el resultado de algún trauma sexual temprano y abuso profundo, que deja a estas mujeres incapaces de ser fieles a un esposo o novio, aunque sí quieran hacerlo.
•Espera demasiado de una relación de largo plazo. Algunas mujeres tienen expectativas irracionales acerca de lo que debe ser una relación a largo plazo. Estas mujeres, narcisistas y emocionalmente inmaduras, esperan que su pareja satisfaga hasta sus más mínimas necesidades sin necesidad de comunicarlas, esperando que ellos adivinen lo que necesitan. Y cuando su pareja inevitablemente falla, se sienten justificadas al buscar atenciones en otro lado.
•No tiene amigas. Algunas mujeres, especialmente aquellas que han sufrido abuso o abandono materno, descartan o subvaluan la necesidad de una comunidad de amigas que la apoyen. Ellas buscarán satisfacer sus necesidades emocionales a través de la aceptación masculina, frecuentemente teniendo sexo y aventuras. Las otras mujeres son vistas como competidoras que deben ser evitadas o vencidas. La atención masculina es lo que más les importa.

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