Un estilo de vida saludable, recomendado por el cuidado primario, logra una reducción significativa y durable del peso en adultos obesos, según un nuevo estudio.
El Dr. Thomas Wadden, PhD, director del Centro Penn para Enfermedades del Peso y de la Alimentación de la Universidad de Pennsylvania, en EUA y su grupo de investigadores, asignaron, al azar, a 390 adultos obesos en seis centros de atención primaria a uno de tres tipos de intervención: atención habitual, consistente en consultas trimestrales con médicos de atención primaria incluyendo educación sobre el control de peso; un asesoramiento breve sobre el estilo de vida, consistente en consultas trimestrales, junto con breves sesiones mensuales con entrenadores de estilos de vida que instruyeron a los participantes sobre el comportamiento para el control de peso o mejor orientación breve sobre el estilo de vida, que proporcionan el mismo cuidado descrito en la intervención anterior, pero incluye remplazos de comidas o medicamentos de pérdida de peso elegidos por los participantes en consulta con los médicos de atención primaria, para aumentar potencialmente la pérdida de peso.
Los resultados mostraron que de los 390 participantes, el 86% completó la prueba de dos años, momento en el cual la pérdida de peso media con la atención habitual, el asesoramiento de estilo de vida breve y la mejor orientación de estilo de vida breve fue de 1,7, 2,9 y 4,6 kg, respectivamente. El peso inicial disminuyó en al menos 5% en el 21,5%, 26,0% y 34,9% de los participantes en los tres grupos, respectivamente.
El asesoramiento mejorado del estilo de vida era superior a la atención habitual en estos dos indicadores de éxito, sin otras diferencias significativas entre los grupos.
El estudio fue publicado en la revista New England Journal of Medicine (NEJM).
El programa de orientación de estilo de vida mejor ofrece un modelo de éxito para el tratamiento de la obesidad en la atención primaria con el apoyo del personal, comenta el Dr. Wadden, es un hallazgo importante, a la luz de la propuesta de los Centros para Servicios Medicare y Medicaid de cubrir los gastos de asesoramiento intensivo del comportamiento por médicos y enfermeras, en la atención primaria, para que las personas mayores pierdan peso.