En el mundo hay 1.300 millones de personas con exceso de peso, lo que provoca 3 millones de muertes anuales, la ONU critica a la industria alimentaria y a la inacción estatal. La obesidad se ha convertido en un problema mucho más grave que la desnutrición.
Olivier de Schutter, relator de la ONU sobre alimentación, asegura que el 65% de la población vive en países donde la obesidad mata a más personas que la falta de peso.
No sólo los países del primer mundo tienen obesos, la malnutrición crece en todos lados, sobre todo en el tercer mundo. La ONU directamente pide que haya legislaciones para ciertas publicidades que afectan la salud, como las de las leches de sustitución y refrescos para chicos. Y sugiere gravar su consumo y usar los recursos para concientizar el consumo de frutas y verduras.
La obesidad y el sobrepeso no sólo son motivo de discriminación, a la larga conllevan a lo que se conoce como enfermedades no transmisibles: diabetes, problemas cardiovasculares de todo tipo, hipertensión, complicaciones del sistema óseo y desórdenes metabólicos.
La malnutrición supera a la desnutrición. Pero que lo diga la ONU con tanta claridad es un dato político, supone poner el tema en agenda y le da carácter de obligación a los gobiernos.
Las estadísticas muestran que en el mundo el 18% de la población está desnutrida, y el 30% tiene sobrepeso u obesidad.
Hacer hincapié en la responsabilidad individual, comer es un placer inmediato, mientras que comer bien es un beneficio a largo plazo.
Si el hambre es de los pobres, la obesidad también. El sobrepeso y la obesidad son uno de los problemas del momento. Lo más preocupante es que la tendencia es creciente, las causas de la epidemia de obesidad son: los cambios en la forma de vida, las nuevas tecnologías, el sedentarismo, el aumento de consumo de comidas rápidas y la baja en el consumo de frutas y verduras.