Cuando la fuerza de voluntad no funciona, los fumadores que deseen dejarlo podrán tener una nueva herramienta: la estimulación magnética del cerebro, de acuerdo a un nuevo estudio realizado por el Dr. Abraham Zangen, profesor de la Universidad Ben Gurion de Negev en Beer-Sheva, Israel.
El estudio realizado a 115 fumadores halló que 13 sesiones de tratamiento durante 3 semanas ayudaron a algunos fumadores empedernidos a dejar el tabaquismo hasta 6 meses.
Esta nueva técnica no invasiva, llamada estimulación magnética transcraneal repetitiva de alta frecuencia, envía impulsos eléctricos al cerebro, en algunas ocasiones se usa también para el tratamiento de la depresión.
El uso de la estimulación no invasiva puede reducir el deseo de nicotina y hacer que se fume menos, comentó el Dr. Zangen.
Si se estimulan las zonas del cerebro asociadas con el deseo de drogas, se puede cambiar el circuito cerebral que intercede en esta dependencia y finalmente fumar menos, y muchos voluntarios del estudio que realizaron el tratamiento dejaron de fumar.
Los participantes del estudio fumaban al menos un paquete al día y habían fracasado en dos intentos previos de dejar de fumar.
Para el estudio, los investigadores dividieron a los pacientes en tres grupos. Un grupo recibió una estimulación del cerebro de alta frecuencia; otro, una estimulación de baja frecuencia, y el tercero recibió un falso tratamiento. Los grupos se volvieron a dividir entre los que veían una pista visual (una imagen de un cigarrillo encendido) justo antes de la estimulación y los que no.
La idea de la pista es asegurarse de que la atención está dirigida al tabaco y no a otro deseo, después de 13 tratamientos, quienes recibieron el nivel más alto de estimulación junto con la pista visual obtuvieron los mejores resultados: el 44% de ellos había dejado de fumar. Después de seis meses, un tercio de este grupo seguía sin fumar, en comparación con el 28% de los que no vieron la pista visual antes del tratamiento.
Los resultados del estudio fueron presentados en la reciente reunión anual de la Sociedad de Neurociencia (Society for Neuroscience) en San Diego California.
Aunque la estimulación magnética del cerebro está aprobada por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) para el tratamiento de la depresión, no está aprobada todavía para ayudar a las personas a dejar de fumar, usarlo para ayudar a las personas a dejar de fumar tiene sentido. Otros estudios, han encontrado que estimular una zona del cerebro llamada ínsula puede reducir el deseo de fumar.
Para los tratamientos, los participantes llevan un casco ajustado con unas bobinas que realizan a estimulación magnética a las zonas del cerebro (la corteza prefrontal y la ínsula) asociadas con la adicción a la nicotina.
Este tratamiento no es un procedimiento sencillo, los resultados a los seis meses no fueron tan buenos como las tasas de éxito de otros tratamientos, como la medicación y el reemplazo de nicotina, combinados con los componentes conductuales.
Fuente: Ben-Gurion University of the Negev