La belleza no es cuestión de tamaño ni de peso sino de distribución, considera el cirujano plástico Ashkan Ghavami, quien ha operado a 700 personas que acuden a él con el mismo dilema: la grasa del abdomen luciría mucho mejor si estuviera en las “pompis”.
En su consultorio en el corazón de Beverly Hills, el Dr. Ghavami se especializa en el levantamiento de glúteos por transferencia de grasa, una práctica alternativa a los antinaturales implantes.
Su técnica consiste en rellenar las nalgas con grasa aspirada del abdomen y otras partes del cuerpo, como los brazos, los muslos e incluso las pantorrillas.
Parte de la grasa, se puede inyectar en los senos para remodelar su forma o darles un aventón hacia las alturas. No se trata de tamaño, sino de forma, el peso (del paciente) no va a reducir, explica el Dr. Ghavami, profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de California en Los Ángeles y pionero en esta técnica.
La tendencia de esta cirugía esta presente entre afroamericanas, latinas, homosexuales y transexuales de Los Ángeles, una ciudad donde la industria del entretenimiento, las extensiones de pestañas, las inyecciones de bótox, la depilación láser y el “peeling” con luz pulsada son cosa rutinaria.
Se realizan liposucciones con pequeñas incisiones, usando una cánula que aspira la grasa y la almacena en un contenedor estéril, detalla el Dr. Ghavami, luego lavan la grasa, la ponen en jeringas y la inyectan en las nalgas, usando una técnica inversa a la liposucción.
El concepto de usar la propia grasa como relleno no es novedoso, se realiza en el rostro desde hace 20 años, pero que el trasero sea el foco del moldeamiento del cuerpo sí es algo muy nuevo.
Según la Asociación de Cirujanos Plásticos, el año pasado se hicieron 13,8 millones de cirugías estéticas en EUA, 5% más que el año anterior. De ellas, las más populares siguen siendo el aumento de mamas, la rinoplastia, la liposucción y el estiramiento facial.
No obstante, uno de los procedimientos que ha mostrado un crecimiento más significativo es el levantamiento de glúteos: en 2011 se practicaron 38% más que en 2010.