La moda de los muslos delgados ha sido todo un fenómeno sociológico. Lo que quieren es que haya un hueco ahí, entre pierna y pierna. Pero para lograrlo sólo hay dos formas: tener una constitución genética de ese tipo o estar sumamente delgada. Las mujeres cuya constitución genética les ha aportado tener las piernas muy abiertas en esa zona son así. Pero las que no son de esa constitución y quieren tener el hueco entre los muslos, recurren a todo tipo de métodos para lograrlo.
El primer método que se les ocurre es adelgazar, y para lograr ese notorio hueco, deben adelgazar mucho y ello puede conducir a la anorexia y a otros trastornos de la conducta alimentaria.
Algunas jóvenes recurren a métodos de clínicas de estética donde a través de sesiones de radio frecuencia, empleo de vacío y masajes, reducen el volumen de los muslos.
Otras jóvenes recurren a la liposucción que elimina la grasa en los muslos. Recurrir a la gimnasia parece ser el método más natural, y menos agresivo. Lo cierto es que en los desfiles de modelos se suelen ver muslos muy estilizados y separación entre ellos. Pero la mayoría de esas mujeres suelen tener esa constitución genética, al margen de que hagan dietas y ejercicios. Una mujer con buenos muslos es difícil que consiga reducirlos hasta ese punto.
Desde el punto de vista erótico, a los hombres se les va la mirada más hacia las mujeres con buen muslamen, sin rayar en la obesidad. Basta ver como suspiran por los redondos traseros de Jennifer López, o con los muslos de Beyoncé, considerados de los mejores mundiales.
Pero quizás desde el punto de vista estético la delgadez permite elegir entre más tipo de ropa y eso es lo que probablemente induce a muchas chicas que anhelan los muslos delgados y separados. La estructura natural de una mujer difícilmente puede lograr estrechar el espacio entre sus piernas.