Robot creado como «médico asistente», acaba de ser aprobado por la FDA para prestar servicios de telemedicina, usa sensores para caminar entre camas sin chocar, puede ‘dialogar’ con otros equipos del hospital y sirve para realizar videoconferencias cuando no hay un médico cerca: el especialista interactúa con el paciente a través de una pantalla, fue creado por la empresa InTouch Health, y presentado en la gran feria CES (Consumer Electronics Show) que se realizó en Las Vegas, Nevada en EUA.
El tenedor inteligente HAPIfork, equipado con un sensor que detecta la velocidad entre cada bocado, cuenta con un vibrador que alerta al comensal cuando es conveniente desacelerar la ingesta de comida. Se trata de una solución muy simple que ha estado en desarrollo durante siete años, ya están dadas las condiciones tecnológicas para que funcione, al mandar los datos de la comida a una aplicación específicamente desarrolada, comenta Jean-Noel Berenger del stand de la marca Hapilab, dado el interés que generó el producto.
Según la Asociación de Electrónicos de Consumo más del 50% de los internautas estadounidenses usaron alguna aplicación de salud o entrenamiento físico durante 2012 y más de un tercio planea comprarse un producto relacionado con el bienestar en los próximos meses.
Detrás del auge en las soluciones de salud, bienestar y fitness hay cambios sociales: un interés creciente en cuidar el cuerpo, se calcula que en este año se descargarán de internet unos 44 millones de aplicaciones de salud, por una parte, la expansión del concepto de computación portable o usable –wearable computing, en inglés, ha generado una variedad de dispositivos diminutos para llevar sobre la piel o la ropa y ha permitido cierta independencia de los gadgets que antes había que llevar en la mano o en un bolso.
Las novedades, en este sentido, van desde sensores impermeables que se pegan en el abdomen por varios días, para recolectar información sobre la dieta y la actividad física, que luego se analiza en la computadora, mini cardiógrafos que evalúan el ritmo cardíaco desde el pulgar u otros sensores que se tragan para medir minuto a minuto cómo reacciona el cuerpo ante un medicamento.
Los sensores han permitido llevar la experiencia a campos como el control del stress, sirven para el tratamiento de niños autistas o para enseñar a relajarse a un paciente cardíaco, comenta Zeke Hausfather, encargado de investigación de Puzzlebox, una empresa que presentó un helicóptero en miniatura que se maneja por ondas cerebrales captadas por un sensor en la sien.
Las aplicaciones están ahí, son parte importante de nuestras vidas, usarlas para la salud y el ejercicio no es más que una transición.