Los recientes avances en la prevención y tratamiento del VIH suponen que el mundo puede poner fin a la epidemia, según se afirmó en la ceremonia inaugural de la XIX Conferencia Internacional sobre el Sida (AIDS 2012), que se celebra en la ciudad de Washington en EUA.
Sin embargo, este objetivo solo se podrá alcanzar con la voluntad política y solidaridad internacional necesarias, durante la ceremonia de apertura de AIDS 2012, se recordó a los presentes los últimos hallazgos científicos sobre los métodos de prevención del virus, que (si se implementan de forma generalizada) podrán traducirse en importantes reducciones en las tasas de transmisión del VIH y de muertes relacionadas con el SIDA.
Entre ellos, se incluyen:
El uso del tratamiento antirretroviral como prevención.
El despliegue de programas de circuncisión.
El uso de una terapia antirretroviral triple durante el embarazo y la lactancia.
La profilaxis preexposición (PrEP).
La intensificación de la detección de casos de tuberculosis en pacientes con VIH, y del virus de la inmunodeficiencia humana en pacientes con tuberculosis.
El inicio más temprano de la terapia antirretroviral.
Se destacó que estas estrategias proporcionan un respaldo adicional a los métodos preventivos ya consolidados, como la distribución de condones, los servicios de realización voluntaria de counselling y pruebas, y la reducción de daños en usuarios de drogas inyectables. Sin embargo, en muchas partes del mundo todavía es necesario ampliar el alcance de estas iniciativas.
A las personas asistentes a la conferencia, procedentes de todo el mundo, se las animó a firmar la Declaración de Washington, un comunicado donde se enumeran los pasos que es preciso dar (a la luz de las últimas evidencias científicas) para reducir el número de nuevas infecciones y aumentar la proporción de personas que reciben el tratamiento requerido:
Aumentar las inversiones orientadas.
Garantizar la prevención, tratamiento y atención del VIH basados en pruebas en consonancia con el respeto de los derechos humanos de las personas en situación de mayor riesgo y mayor necesidad.
Poner fin al estigma, la discriminación y las sanciones legales contra las personas con VIH y en riesgo de adquirirlo.
Aumentar de forma clara la realización de la prueba del VIH y del counselling, y fomentar el vínculo con los servicios de prevención, atención y apoyo.
Proporcionar tratamiento a todas las mujeres embarazadas y en fase de lactancia que viven con VIH y poner fin a la transmisión perinatal del virus.
Aumentar el acceso al tratamiento antirretroviral a todas las personas que lo necesiten.
Identificar, diagnosticar y tratar los casos de tuberculosis.
Acelerar la investigación en nuevas herramientas para prevenir y tratar el VIH.
La movilización e implicación significativa de las comunidades afectadas debe constituir un aspecto fundamental de las respuestas colectivas.
La búsqueda de una cura constituye uno de los temas centrales del encuentro de este año, en el transcurso de un simposio, se exponen los renovados esfuerzos para encontrar una curación, así como las actitudes de las personas con VIH ante la perspectiva de encontrarla.
El renovado interés que suscita la cura del VIH fue inspirado por el caso del ‘Paciente de Berlín’. Esta persona vio curada su infección tras someterse a un duro tratamiento de quimioterapia, a un tratamiento inmunosupresor y a un trasplante de médula, procedente de un donante que presentaba una rara mutación genética que le hacía resistente de forma natural a la infección por este virus.
No se trata de una terapia atractiva – ni realista – que pueda aplicarse para curar a otras personas, pero dejó patente que era posible conseguir una cura. El interés en lograr una curación también se ve alentado por el costo creciente que supone el tratamiento y atención de las personas con VIH.
En el simposio se comenta que una cura sería una terapia que erradicase el VIH del organismo o un tratamiento que permitiera que las propias defensas naturales del cuerpo fueran capaces de mantener a raya al virus incluso al abandonar la terapia antirretroviral.
Es preciso trabajar mucho más para poder alcanzar cualquiera de esos tipos de curación. Entre las líneas de investigación prometedoras están:
El uso de terapia anti-VIH: Los médicos quieren ver si un periodo prolongado de tratamiento antirretroviral es capaz de reducir los denominados ‘reservorios’ celulares, que contienen una infección por VIH latente.
Vaciar los reservorios latentes: Se utilizan fármacos empleados para tratar otras infecciones y enfermedades para estimular los reservorios latentes, que podrían ser ‘purgados’ por el sistema inmunitario o se autodestruirían. Algunos estudios ya han arrojado unos resultados muy prometedores al respecto.
Una vacuna terapéutica, que estimularía al sistema inmunitario para que acabara con las células activadas.
Estrategias con terapia genética, que permitirían establecer en el organismo una población de CD4 resistentes al VIH.
El consenso actual es que estos tratamientos tendrán que usarse de forma combinada.
Un estudio holandés muestra que, a la hora de investigar una posible curación, es preciso tener en cuenta el punto de vista de las personas con VIH sobre qué es lo que la haría deseable para ellas.
La incertidumbre sobre el futuro, el miedo a infectar a otras personas y el estigma relacionado con el VIH fueron calificados como factores muy indeseables de la vida con el virus. Alrededor de tres cuartas partes de las personas encuestadas afirmaron que consideraban que la cura del VIH era muy importante.
Otro de los temas principales de la conferencia de este año es el prejuicio y la discriminación que afecta a los hombres que practican sexo con hombres en muchas partes del mundo y cómo esto contribuye a la propagación del VIH en este grupo de población.
Un reciente estudio publicado en la revista The Lancet evidenció que el 26% de los hombres que tiene sexo con hombres en estudios del Caribe tenían VIH, al igual que el 18% y el 15%, respectivamente, de los hombres que tienen sexo con hombres en la investigación en África y en los ensayos realizados en el sudeste asiático.
En el encuentro se señaló que a fin de crear un entorno legal más seguro para esta población, es esencial que el primer paso sea despenalizar las relaciones sexuales entre hombres.