El experto en Ginecobstetricia del Instituto Mexicano del Seguro Social, el Dr. Juan Carlos Pérez Barba, afirmó que las mexicanas pasan una tercera parte de sus vidas en la etapa de la menopausia, de ahí la importancia de un tratamiento adecuado y oportuno.
Explicó que los calores o bochornos, junto con resequedad de la piel, irritabilidad y llanto fácil, así como dificultades para dormir, son algunos de los síntomas más característicos de la menopausia, etapa de toda mujer que marca el cese de su capacidad reproductiva.
El médico, quien encabeza la Clínica de Climaterio, Menopausia y Osteoporosis del Hospital de Ginecobstetricia del Instituto en el estado, destacó que dependiendo de factores como la genética, la raza y hasta el clima, la edad de inicio de la menopausia puede variar, pero en promedio suele aparecer a partir de los 48 años de edad.
Destacó que actualmente, en México, una de cada cinco mujeres, se encuentra en la menopausia y dadas las actuales expectativas de vida al nacer, se estima que pasará una tercera parte de su existencia en esta fase.
Por ello, la importancia de que reciba un tratamiento desde los primeros síntomas, para garantizar mejor calidad de vida.
Si bien, la menopausia en la gran mayoría de los casos, obedece a la pérdida en la producción de estrógenos por efecto de la edad, existen casos en que ésta ocurre de manera temprana -antes de los 40 años- tras la extirpación quirúrgica de los ovarios, debido a quistes, tumores o cáncer.
En cuanto al tratamiento, el médico informó que consiste en la administración de una terapia de reemplazo hormonal, la cual varía en función de cada mujer y la sintomatología que desarrolle.
Comentó que este reemplazo hormonal, debe ser estrechamente vigilado por el médico y destacó que junto con al tratamiento, se aconseja a la mujer la práctica periódica de actividad física, así como cambios en el tipo de alimentación, evitando sobre todo los alimentos ricos en grasas y azúcares.
Explicó que los estrógenos son hormonas que participan en un sinnúmero de funciones del organismo, entre ellas, las de tipo metabólico, de ahí que la falta de ellos, se traduzca en un riesgo incrementado a desarrollar enfermedades crónico-degenerativas.
Otro riesgo aparejado a la menopausia, continuó, es la desmineralización de los huesos, haciéndolos más frágiles, en lo que se conoce como osteoporosis, de ahí que insistiera en un abordaje oportuno de las mujeres que llegan a esta etapa de la vida.
Agregó que toda mujer, a partir de los 48 años, aún sin síntomas evidentes de la menopausia como los ya referidos bochornos, que son los más representativos, debe acudir al médico para que ordene una serie de estudios, que permitirán establecer si se encuentra o no en la fase de menopausia e iniciar un tratamiento.