Miedo a estar solo, ¿porque le tememos a estar solos?

El estar solos nos brinda la posibilidad de reflexionar y conocernos mejor a nosotros mismos.

¿Porqué le tememos a estar solos? ¿Porque tanta gente huye al hecho de permanecer sola como si fuera una plaga? ¿Porqué le tememos tanto? En la jornada de la vida, ningún progreso puede lograrse sin dar tiempo a la reflexión. El estar solos es esencial; nos da el tiempo y la oportunidad de explorarnos y conocernos a nosotros mismos.

¿Dónde podemos encontrar silencio hoy en día? Hacia donde volteemos la mirada hay algo que atrae nuestra atención. Desde el momento que uno sale de su casa, inicia el ruido que llena cada espacio del día. A lo largo del día recibimos un bombardeo de propuestas en todos sentidos y estamos repletos de actividades.

¿Será posible que el ruido nos calme al grado de no poder vivir sin el? Hay muchas personas que buscan este ruido, la gente, así como la vida intensa y llena de actividades. Para estas personas, el peor castigo es encerrarlas en una habitación solas.

El resistirse a estar solo revela algo: para una vida interior caótica, el ruido externo es el mejor antídoto. El lado negativo de ésta forma de vida es la falta de significado y conexión. El ruido se vuelve el puente que conecta a dos personas, creando un falso sentido de amistad que finalmente termina en ruptura.

Cuando estamos demasiado ocupados, llenando nuestros días y noches con gente, cosas y lugares, perdemos perspectiva. Sin perspectiva resulta imposible percatarse de lo que realmente sucede. Uno empieza a usar el ruido externo del mundo para apagar las voces internas que claman por amor y atención. Los sabios de todos los tiempos han repetido la misma verdad: la voz de la mente puede escucharse únicamente en silencio y reflexión profunda.

Cuando la mente está lista para revelarse, hará dos cosas: deshacerse de las personas que representan un obstáculo para el progreso de uno y forzarnos a tomar el tiempo necesario para reflexionar acerca de nuestra vida. En otras palabras, lo queramos o no, nuestra mente nos va a empujar a estar solo para restablecer el balance y recargar energías. De esta forma lejos de huir de nosotros mismos, llenando nuestras vidas de actividades podremos analizar nuestra situación emocional y solucionar nuestros problemas.

Ahora, dicho lo anterior, hay que hacer una distinción. Existe una gran diferencia entre estar solo con uno mismo y la soledad como tal. La soledad está marcada por sentimientos de aislamiento y persiste aunque estemos acompañados de otras personas. El estar solo es la oportunidad de estar con nosotros mismos, disfrutando del silencio de nuestra mente y nuestros sentimientos, sin sentirnos aislados. En realidad lo que se busca al estar solos es estar alerta de nosotros mismos, conocernos.

Decía el gran filósofo griego Sócrates, “La vida no examinada es una vida sin valor”. El auto-conocimiento es fruto de la oportunidad de estar solos. Nos va a iluminar como ningún libro, profesor o filósofo podría hacerlo, gracias a que involucra la intuición y no el intelecto.

En nuestra lucha diaria por alcanzar un balance saludable entre la vida externa y la interna, mientras más permitamos que los demás ingresen a nuestra vida, menos oportunidad tendremos de conocernos a nosotros mismos. El estar solos nos da la oportunidad de examinar nuestras vidas, nuestros objetivos y nuestras aspiraciones. El estar solos contribuye a nuestra evolución personal.

El hacernos a un lado del mundo ocasionalmente, nos beneficia, nos da claridad y fortaleza. Cuando ponemos en práctica el estar solos de manera regular, podemos estar más limpios y restablecer un nuevo sentido de fe y credibilidad en la vida. De ninguna manera se trata de aislarnos del mundo exterior y dejarlo a una lado por el interior, pero tenemos que prestar mayor atención hacia dentro de nosotros mismos de manera regular, si anhelamos una vida pacífica.

Por todo lo anterior, no debemos temer a estar solos ni resistirnos a ello, al contrario debemos aprovechar sus grandes beneficios. Usemos el tiempo solos para llegar  lo más profundo de nosotros mismos, quitar los obstáculos y reconectarnos. La disciplina de estar solo y en silencio es un componente crucial de una vida saludable. Aprendamos a disfrutarlo.


Fuente: Huffington Post



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