Los dispensarios de marihuana en muchos de los Estados de la Unión Americana, en donde el consumo y la producción de marihuana “medicinal” ha sido legalizada, se encuentran bajo la mirada de las autoridades.
Estos centro que proveen a “pacientes” de “medicina”, es decir, de marihuana, tratan arduamente de mantener las apariencias de ser centro de salud sin un interés comercial a pesar de que el ingreso de dólares es cada vez mayor.
Las autoridades estatales y federales de los Estados Unidos están poniendo especial interés en estos centros que con dificultad tratan de distinguirse como centros de medicina alternativa y no como espacios de venta de droga.
Sólo el mes pasado cuatro operadores de este tipo de centros en San José, California, fueron acusados de venta ilegal de droga y de lavado de dinero. En Oakland, también California, el Harboside Health Center, uno de los dispensarios más grandes de la costa oeste esta siendo auditado por las autoridades impositivas de los Estados Unidos.
Autoridades del gobierno local de Oakland estiman que los tres dispensarios de esa ciudad generan alrededor de 38 millones de dólares en ganancias. En San José hay 98 dispensarios, cuatro veces más que tiendas de conveniencia en la ciudad.
Una de las dificultades de los dispensarios es que trabajan en grandes zonas grises, entre lo que es un negocio, un centro de “medicina alternativa” sin fines de lucro, y la venta ilegal de drogas.
Fuente: The New York Times