Los tacones altos acortan los músculos de las pantorrillas

Los zapatos de tacón poseen diversas categorías una es la que incluye la altura del tacón, los grandes diseñadores como Jimmy Choo y Gucci consideran que un zapato con menos de 6 centímetros es tacón bajo

Usar elegantes y femeninos tacones altos quizás sea una mala noticia para las piernas. Aparentemente usar este tipo de calzado por mucho tiempo acorta los músculos de la pantorrilla, por lo cual las mujeres con este hábito están en riesgo de sufrir dolor al quitarse los zapatos y querer caminar descalzas.

A dichas conclusiones llegó un estudio realizado por el Dr. Marco Narici, que es profesor en Physiology of Ageing, en la Universidad Metropolitana de Manchester, en el Reino Unido, quien explica que mantener una extremidad en una posición más corta que la habitual durante demasiado tiempo acorta los músculos, y justamente los tacones altos suben los talones generando dicho efecto negativo en la pantorrilla.

 Los investigadores trabajaron con dos grupos de mujeres de 20 a 50 años. Un conjunto de damas usaba cotidianamente un tacón mayor de cinco centímetros y se sentía incómoda al caminar sin este tipo de zapato. La otra mitad solía usar calzado sin tacón, a través de imágenes de resonancia magnética los autores analizaron el funcionamiento interno de los músculos de la pantorrilla de todas las mujeres y encontraron que el volumen de estos tejidos era igual en todas. A continuación, utilizaron ultrasonido para medir el largo de las fibras musculares y vieron una diferencia notable. Las damas que usaban tacones altos tenían fibras un 13% más cortas que aquellas que elegían el calzado bajo.

EL Dr. Narici explicó que los tacones ubican a los músculos de la pantorrilla en una posición más corta y las fibras pagan las consecuencias. Esta moda parece impedir que los músculos de la pierna funcionen correctamente y les quita fuerza.

Al observar el tendón de Aquiles, es decir la estructura que une al músculo de la pantorrilla al talón, los investigadores observaron que su largo era igual en todas las mujeres, por lo cual su tamaño no había incrementado para compensar los cambios musculares nocivos. Sin embargo, este tendón sí era más grueso y firme en las damas con tacones, un cambio que alivia las modificaciones de la pantorrilla pero no impide la incomodidad que sienten muchas mujeres que usan tacones altos.

Pero el Dr. Narici aclara que los resultados de su investigación no significan que las mujeres deben dejar de usar tacones altos, ya que ciertos ejercicios de estiramiento pueden ayudar a evitar los dolores que este calzado puede generar.

Fuente:  Journal of Experimental Biology

Deja un comentario